Apertura del año judicial

Tal y como manda la Ley orgánica del Poder judicial, de 1870, un año más se celebrará en el Convento de las Salesas Reales, sede del Tribunal Supremo, la apertura del nuevo año judicial. La solemne ceremonia, que es presidida como de costumbre por Su Majestad el Rey, reúne a toda plana mayor de la justicia madrileña. Aparte de presidente, magistrados y fiscales del Tribunal Supremo, concurren al acto altos cargos de las audiencias territorial y provincial de Madrid, decanos de los colegios de abogados, procuradores, registradores, notarios, graduados sociales...

Sólo una autoridad civil será admitida a los estrados. Se tratará de la Ministra de Justicia, sra. Giménez Montón. Al igual que el Rey, la Ministra vendrá revestida de toga para participar al acto. Las otras autoridades civiles (previsiblemente acudan otros miembros del gobierno y diputados) observarán desde los bancos del público, y vestidos de traje ordinario.

La ceremonia principia con la llegada del Rey, acompañado por la Ministra, para ser recibido por las autoridades judiciales. A continuación, tras ponerse la toga, se accede al salón de plenos donde se escucharán los discursos del Fiscal general del Estado, de la Ministra de Justicia, del Presidente del Tribunal Supremo y, por último, del propio Rey.

Señoras y señores, se da por comenzado este acto de apertura del año judicial 1979/1980. Tiene la palabra el Excmo. Sr. Fiscal General del Estado, don Eleuterio González Zapatero.

Eleuterio González Zapatero, fiscal general del Reino

Majestad, excelencias:

Como es tradición en este país, hoy nos reunimos en en este Convento de las Salesas Reales para abrir de forma solemne el nuevo año judicial. Con esta solemnidad pretendemos no sólo hacer patente la continuidad de la Administración de Justicia, sino también recapitular los logros alcanzados cada año, y determinar los retos de cara al próximo.

Señores: el Fiscal general del Reino ha de elaborar por estas fechas una memoria comprensiva de la actividad del Ministerio fiscal y de las deficiencias que la Administración de Justicia presenta. Esa memoria fue entregada a S. M. el Rey hace unos días, y vengo ante Vds. a exponer algunas de las consideraciones que allí hice.

Lo cierto es que nuestra Jurisdicción se enfrenta a muchos retos ante el soberano cambio constitucional que acabamos de experimentar. Una de los aspectos más señalados de este cambio es la descentralización política. "Acercar la Administración a los ciudadanos" dicen SS. SSª. en las Cortes. Y creo yo que con los tribunales debiera de hacerse lo mismo. Unos jueces alejados de los ciudadanos, concentrados en las grandes capitales, no pueden prestar la debida atención y consideración a las controversias que han de resolver.

Esto que digo es especialmente cierto en el orden contencioso-administrativo. No hará falta que recuerde que hoy día sólo hay salas de esta jurisdicción en el Tribunal Supremo, en la Audiencia nacional y en las territoriales. Sólo en 15 ciudades se puede litigar con el Estado. Eso, Majestad, excelencias, es abusivo.

Se está redactando una nueva Ley orgánica del Poder Judicial. Desde esta ilustre casa hago un llamamiento a nuestros legisladores a que se acuerden de nuestros conciudadanos y creen tribunales de lo contencioso-administrativo en todas las provincias y pueblos grandes del Reino. Incluso podrían tener competencia en este orden los jueces de los partidos, sobradamente preparados hoy en día para ello.

Me gustaría sugerir, así mismo, que se volviese al modelo de las audiencias de lo criminal de 1882, que eran noventa y cinco, y cubrían con mayor eficiencia el territorio nacional que las actuales cincuenta audiencias provinciales. Sin duda los ciudadanos, pero también los abogados y procuradores, agradecerán no tener que recorrer tantos kilómetros para resolver las controversias que diariamente sacuden España.

Quisiera aprovechar estas palabras para despedirme de todos Vds. Ya sabrán que el Consejo de ministros ha propuesto a la Dª. Jimena Montes de Oca para el cargo. El año que viene asistiré gustoso a esta ceremonia, si se me invita, ya desde los estrados. Durante tres años he sido fiscal general con el mayor de los orgullos. Entrego el testigo con el convencimiento del deber cumplido.

Señor González, muchas gracias por su discurso. Tiene la palabra la Excma. Sra. Ministra de Justicia, Administraciones Públicas y Política Territorial, doña Carmen Giménez Montón.

Carlos Vara escribió:Carlos Vara, Presidente de la Junta de Extremadura y exministro de Justicia se muestra muy atento a todos discurso, aunque se ha cruzado alguna mirada con Fabián de la Torre, uno de sus predecesores en el cargo.

Fabián de la Torre escribió:

Carlos Vara escribió:Carlos Vara, Presidente de la Junta de Extremadura y exministro de Justicia se muestra muy atento a todos discurso, aunque se ha cruzado alguna mirada con Fabián de la Torre, uno de sus predecesores en el cargo.

Fabián de la Torre le hace un inclinamiento de cabeza y un gesto para encontrarse tras el acto.