Moción de reprobación contra el portavoz del Grupo Parlamentario Demócrata, José Castrillo Díaz (GPC)

Gracias señor Presidente, señorías:

Como ven, proponemos a sus señorías esta moción de reprobación contra el Sr. D. José Castrillo Díaz, portavoz del GPD, que lanzó improperios contra el GPC tras estar en contra de un Estatuto que nos parecía austero, pobre y sin el espíritu inicial que tenía. Por lo tanto, no creemos que su señoría D. José Castrillo Díaz esté preparado para asumir un cargo tan importante como lo es ser diputado en el Congreso de los Diputados, la representación de España. Y la representación de España no se merece que insulten a un partido que tiene bastantes seguidores en el país anteriormente mentado. Esperemos que sus señorías sean conscientes de su voto y voten nuestra moción de reprobación.

Muchas gracias.

Gracias, Sr. Sánchez. El resto de grupos tienen la palabra. Disponen de 48 horas.

Señor presidente, señorías...

Hoy asistimos a un acto más del despotismo comunista. El PCE atenta de esta forma contra la libertad de expresión y la democracia. Lo que empezó como una mera expresión de los que yo y mi grupo parlamentario opinamos, los comunistas lo han tergiversado y lo han manipulado maquiavélicamente, presentándolo como un insulto... Como si fuera un insulto decir la verdad.

Señores comunistas, nosotros tan sólo nos expresamos libremente diciendo la verdad: pusimos de manifiesto la infiltración de los sindicatos de izquierda en los antiguos sindicatos verticales, e hicimos notar las similitudes que existen entre Comunismo y Fascismo al ser ambos movimientos originariamente totalitarios. ¿En algún momento dije yo algo que fuera mentira? ¿En algún momento les he descalificado o insultado? Las respuestas a esas dos preguntas es no, rotundamente no, luego su moción de reprobación carece de sentido. Esta moción no es más que las pataletas de un niño pequeño que se queja porque no le cuentan la historia como él quiere. Esta moción no es más que una redencilla personal, una manía que el Grupo Parlamentario Comunista ha cogido hacia mi persona: esto no tiene objetivos políticos, sino que tiene objetivos personales.

Por todas esas razones, desde nuestro grupo parlamentario, pedimos que consideren no acceder a los deseos infantiles de los comunistas, y que no voten a favor de la moción. Dando el no a esta moción, afianzaremos aún más la libertad de expresión que defiende la democracia y de la que yo mismo hice uso en esta misma cámara, y por ende, afianzaremos la democracia en su totalidad frente a este ataque que los comunistas parece que están haciendo a la misma.

Muchas gracias.

[Aplausos sonoros de la bancada demócrata, que recibe en pie a su portavoz]

Vicente González, portavoz del GPS:

Señor Presidente,
señorías

Hoy se le presenta a la derecha, lo que hace escasamente un año, a un ministro del gobierno, el señor Vara. Ustedes desde sus dos grupos parlamentarios, clamaron por su cabeza, sin argumentar nada, porque el motivo que ustedes expusieron no tiene fundamento de ningún tipo. En aquellos momentos, la reprobación era lo más justo, pero ahora que es a la inversa, resulta que los comunistas no están legitimados para hacer esta propuesta.

Hoy el GPS, les dice, ustedes abrieron la este circo de reprobaciones, denuncias infundadas contra los ministros del gobierno y hoy tienen que empezar ustedes a ser consecuentes con lo que empezaron. Una lucha encarnizada contra toda la izquierda. Están ustedes muy subidos después de las últimas elecciones autonómicas y locales y nosotros le decimos que ya no más y por eso y en consecuencia anuciamos que apoyaremos la reprobación presentada.

También ofrecemos nuestra posibilidad de replantearnos el voto y abstenernos, si el señor Castrillo, deja de arremeter contra el GPC, que parecese que es el único que sabe y nos da argumentos de peso defendiendo su posición.

FDP: Os la debía.

José Castrillo Díaz, portavoz del Grupo Parlamentario Demócrata.

Señor González, diviso cierto rencor por su parte hacia la derecha por la moción de reprobación que se presentó contra el antiguo ministro de justicia. Señorías, no pueden ejercer comparaciones: las situaciones de aquella y esta moción son radicalmente diferentes. En la primera se trataba de reprobar a un ministro que había realizado una reforma del código penal mediante un procedimiento considerado por muchos erróneo (al hacerlo por Real decreto y no mediante poyecto de ley). En este caso del que hablo, por tanto, la moción de reprobación (que no la presentamos nosotros, sino el PLD) trataba de pedir responsabilidades al ministro por ese acto en concreto que ejerció mientras estaba en un cargo de semejante responsabilidad. Ya el cómo vieran la situación unos u otros, es indiferente.

Esta moción que tratamos ahora, en cambio, tiene motivaciones radicalmente distintas: yo no soy ni he sido ministro, luego no se me puede pedir explicaciones o responsabilidad por ejercer un poder que jamás he tenido. Lo único de lo que se me acusa es decir una verdad que no gusta al Grupo Parlamentario Comunista: no he insultado, no me he metido con ningún dirigente actual del Partido comunista, no he intentado boicotear ningún acto... tan sólo he expresado libremente mi opinión; algo, que según tenía entendido, se podía hacer en los países demócraticos como España. Observen, señores socialistas, que las situaciones son bien distintas: en un caso hay razones políticas, en el otro predominan más las razones personales; en uno hay subjetvidad de si el ministro Vara actuó o no correctamente, en el otro no hay subjetividad posible: tan sólo dije mi opinión y punto de vista de los hechos. Una opinión que es verdad, puesto que así lo demuestran los libros de historia, una verdad que no ofende a nadie puesto que no atentamos contra el honor de nadie y puesto que lejos de establecer juicios de quien es malo y quien es bueno, me limité a decir hechos.

Respecto a la posibilidad que nos plantean de que pueden abstenerse en la votación si dejamos de arremeter contra el Grupo comunista, no puedo prometerle nada. No es que no tenga deseos de dejar de criticar a los comunistas, es que mi moral y mi deber demócrata me lo impide. Me explico: yo y todo mi partido, como demócratas convencidos que somos, defendemos la democracia, la libertad y la verdad; actuamos por tanto en esta línea, coincidamos con el Partido comunista o no. En este caso no hemos estado de acuerdo con el PCE, pero han sido muchas las veces que les hemos dado la razón a los comunistas en esta misma cámara. Prueba de ello es también el hecho de que en los últimos meses no me han oído decir nada contra el PCE, sencillamente porque no he visto nada reprochable en su actitud desde aquel entonces. El hecho de criticar o apoyar a los comunistas no es gusto nuestro, sino deber: criticamos cuando debemos criticar, y apoyamos cuando debemos apoyar.

Quiero terminar mi intervención, dirigéndome a la izquierda del parlamento, la que es más susceptible de votar a favor de esta moción. No deben guiarse por antiguos rencores, deben guiarse por el bien común. Nosotros, los diputados, nos reunimos aquí para trabajar siempre con el objetivo de hacer lo mejor para España; nos guiamos por tanto, por nuestra razón, por nuestra conciencia y por las razones de peso que aquí se presentan, y no por sentimientos de rencor u odio al que es ideológicamente contrario. Aquí estamos presentes muchas ideologías y formas de pensar diferentes, pero todos tenemos en común de que trabajamos utilizando la razón y queriendo hacer lo mejor para todos. Voten lo que quieran, pero voten con la cabeza y sabiendo las razones de por qué votan lo que votan. Voten siempre con vistas a hacer justicia y con vistas a defender la democracia, la libertad y la verdad.

Muchas gracias.

[Ovación de la bancada demócrata, que vuelve a recibir de pie a su portavoz]