Intervención de Elena Robles (PLD) en el I Encuentro Nacional de Mujeres

Hola a todos los asistentes, y gracias por vuestra presencia. Antes de nada querría decirles que las mujeres, seamos de izquierdas o de derechas estamos unidas y con un objetivo en mente: llegar a ser lo que siempre hemos queridos ser. Desde mi posición veo cómo por rutina la mujer tiene más dificultado el acceso a los altos puestos en empresas u organizaciones. Afortunadamente, poco a poco nos hacemos hueco algunas y vamos representando una capa relevante en la esfera empresarial. Y esto es lo que quiero manifestar aquí, mi apuesta por la mujer empresaria, con iniciativa. Y quiero, además, dejar clara una cosa, nos soy feminista ni practico de ello, pero soy realista y lo que voy a hacer aquí hoy es reflejar la realidad de la mujer en España así como el cierto avance que ha habido en estos años.

Hasta hace poco, la mujer debía pedir permiso para firmar un contrato, se nos trataba como menores de edad o incapacitadas. Hoy en día, vamos progresando pero no es suficiente, como es obvio. Las mujeres empresarias han de aparecer más destacadamente en las organizaciones empresariales, pero no por el hecho de ser mujer, sino por méritos propios. No obstante, para que las mujeres podamos tener unos méritos reconocidos, debemos comenzar por educar y poco a poco inyectar en las venas de la sociedad a la mujer como empresaria.
Las mujeres no debemos hacer victimismo, debemos mirar hacia adelante con la cabeza bien en lo alto y luchar porque se nos iguale plenamente en derechos a los hombres, ni más ni menos derechos, los mismos. No defiendo ni defenderé que a la mujer se la trate como una minusválida y que se la tengan que dar privilegios legales encima de los hombres, pienso que esto es totalmente contrario a lo que se pretende, al menos, lo que yo como mujer pretendo.

La mujer en la empresa es un valor seguro, pero hay problemas que debemos solventar, el embarazo siempre es un orgullo para la mujer, pero la empresa desgraciadamente no lo ve así, y el mero hecho del embarazo significa en muchos casos un motivo de despido a la mujer, lo cual hay que eliminar lo antes posible. Cuando una mujer entra a trabajar o crea una empresa, aún se ven actitudes de los hombres discriminatorios que se han de eliminar mediante la educación social, y este es un punto fundamental para que la mujer en el trabajo sea plenamente libre. Debemos esforzarnos todas por conseguir estos objetivos, será un reto duro, pero en la España democrática y demócrata tenemos la oportunidad de conseguirlo.

Por último, me gustaría redundar en la mujer como empresaria. No pido que a la mujer se la conceda una cobertura legal por encima del hombre, lo cual sería un error estratégico, un riesgo al proyecto común de las mujeres españolas, lo único que pido y debemos pedir todas es que se creen oportunidades para la mujer para emprender, para abrir su empresa, para iniciar un negocio, para, en definitiva, ser independiente. Y ser independiente no significa ignorar que pueda ser madre o mujer de familia, el hecho de ser madre no impide trabajar o ser empresaria, el ser independiente significa libertad para poder elegir su propio camino. Elegir libremente y sin cadenas ser ama de casa no debe ser algo de lo que avergonzarse, y con más ímpetu manifiesto que la mujer debe ser libre para elegir ser empresaria.

En definitiva: somos mujeres... y queremos los mismos derechos, queremos que la igualdad de sexo que se manifiesta en nuestra Constitución sea real. Somos mujeres, y como mujeres somos igual de válidas que un hombre en un puesto de trabajo. Somos mujeres, queridos amigos... y amigas, y como mujeres somos libres. Muchas gracias.