La UE abre la frontera a la agricultura marroquí y subleva al campo español

ME PARECE QUE VAN A SURGIR GRANDES PROBLEMAS,CREO QUE SE VA A DESENTERRAR UN HACHA DE GUERRA


El voto en bloque de los eurodiputados españoles no evita que Bruselas liberalice el acceso de productos de la huerta marroquí al mercado comunitario
F. PÉREZ / MADRID
Día 16/02/2012 - 16.41h
El sector agrícola español recibió ayer en Bruselas un puyazo que, no por esperado, deja de ser más doloroso. El Parlamento Europeo ha ratificado con 369 votos a favor por 225 en contra el acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos que implica la liberalización de la mayor parte de la huerta marroquí y un aumento en las cuotas de entrada de productos especialmente sensibles para los agricultores españoles de Andalucía, Murcia, Valencia y Canarias, como tomate, calabacín, pepino, ajo, fresa o clementina. De nada sirvió el voto negativo en bloque de los eurodiputados españoles, el campo español sabía que la (mala) suerte estaba echada.

Aún así, la decepción es hoy mayúscula en un sector en pie de guerra. COAG ya ha anunciado que recurrirá el acuerdo ante el Tribunal de Justicia de la UE. La organización agraria tildó la aprobación de «duro mazazo» que hipoteca el futuro de 250.000 explotaciones hortofrutícolas y amenaza 450.000 puestos de trabajo y más de 8.500 millones de euros en exportaciones al año. «No nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo como la UE abandona a su suerte a los productores de frutas y hortalizas españoles, facilitando la entrada sin control de productos marroquís cultivados con sueldos de miseria, con nulas garantías sociales para los trabajadores y con la utilización de fitosanitarios para el tratamiento de plagas prohibidos hace décadas en la UE por su agresividad», asegura el responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora.

Asaja, que también estudiará si es viable recurrir el acuerdo, asegura que exigirá que se «cumpla a rajatabla lo que entra, cuándo entra y a qué precios lo hace». Además, reclamará compensaciones por daños (que calculan en 2.250 millones de euros anuales) y ayudas para mejorar la innovación y la competitividad de los productores españoles en un mercado abierto. Para el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, el Parlamento Europeo «ha dado la espalda» al sector hortofrutícola español, que «se utiliza como moneda de cambio para conseguir otras cosas».

El acuerdo no concreta compensaciones para la huerta española, aunque sí recoge, como exigían los europarlamentarios populares españoles, que existe «fraude en el sistema de precios de entrada», esto es, que entran en el mercado europeo hortalizas y frutas que luego se venden por debajo del precio declarado en aduana