La Junta de Andalucía halla al fin un remedio contra el desempleo: ¡Que los parados se vayan al extranjero!

La Junta de Andalucía halla al fin un remedio contra el desempleo: ¡Que los parados se vayan al extranjero!
La Junta de Andalucía parece haber encontrado un remedio paliativo para combatir el «virus» del paro: «invitar» a los desempleados a marcharse a trabajar al extranjero. A dos meses de las elecciones autonómicas del 25 de marzo, el departamento que dirige el consejero Manuel Recio, a través del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), ha enviado un aluvión de cartas demandantes para exponerles una serie de ofertas laborales en otros países y ponerles en contacto con un portal especializado en la búsqueda de trabajo en Europa, según revela el diario ABC.
«El Servicio Andaluz de Empleo se pone en contacto con Ud. para informarle de la próxima convocatoria de selección para puestos de trabajo que podrían ser de su interés en más de 100 hoteles en 28 países». De esta forma arranca una de estas circulares enviada a mediados de enero a un joven inscrito en una oficina del paro de la capital sevillana. Ha habido más ofertas parecidas en las últimas semanas, según corroboraron fuentes del SAE.
Medio siglo después de que Pedro Lazaga relatara en un clásico del cine español la odisea de los emigrantes en la década de los sesenta, la Junta intenta captar en tierras andaluzas a sus particulares Pepes y Pepas para que se labren un porvenir fuera de sus fronteras.
Con este fin, el Servicio Andaluz de Empleo remite en su escrito al portal Eures, una web que difunde ofertas de trabajo en el extranjero. Según el SAE, los 28 destinos para trabajar a los que se refiere son países donde opera la empresa ofertante, la cadena Iberostar, que cuenta con una extensa red de hoteles de categoría superior (entre cinco y tres estrellas) diseminados por cuatro continentes: Bulgaria, Grecia, Túnez, Marruecos, Turquía, Croacia, Montenegro, Chipre, Cuba, México, Brasil, República Dominicana, Jamaica, Colombia y España, entre otros. De hecho, además de los lugares mencionados, también se ofrecen contratos eventuales en establecimientos de Mallorca, Andalucía o las Islas Canarias. Además, avanza próximas ofertas laborales en Alemania, Holanda, Bélgica y Gran Bretaña.
Fuentes del servicio público de empleo indicaron a este periódico que se han remitido «multitud de cartas» en los últimos días con el ánimo de «informar» a demandantes sobre oportunidades laborales en otros países. Desde la Consejería de Empleo, con la que contactó este periódico, rehusaron pronunciarse.
Sin embargo, en la web oficial de la Consejería, dentro de la llamada Oficina Virtual de Empleo, también se hacen eco del proceso de reclutamiento de personal que difunde la red Eures. En una noticia que publica el 15 de diciembre pasado alude expresamente a que desde el Grupo Iberostar «pretenden cubrir puestos en 100 de sus hoteles situados en 28 países», para lo que es «imprescindible nivel alto de idiomas».
La realidad de España y Andalucía ha dado un vuelco desde aquellos desoladores años del «landismo». Ahora Alemania, como otras potencias industriales y países emergentes, necesita a Pepes sin boina, cualificados y, a ser posible, que vayan con un título universitario bajo el brazo.
La recesión está empujando en masa a las nuevas generaciones a seguir los pasos de sus padres y abuelos escapando del negro callejón del desempleo forzoso y de salarios precarios. Con 1.248.500 personas atrapadas en la «burbuja» del paro al finalizar 2011, Andalucía ostenta el triste récord en el ranking nacional y europeo. La tasa de desempleo alcanza ya el 31,23 por ciento, según la última Encuesta Población Activa.
El Gobierno andaluz trabaja para reducir la exorbitante cifra del paro en varios frentes: convocando becas de 400 euros para que jóvenes retomen sus estudios y animando a otros mejor formados a emigrar. Todo ello con unas elecciones a la vuelta de la esquina en las que el PSOE parte con todas las encuestas en contra.
Los Servicios de Orientación de Empleo también están aconsejando hacer las maletas a jóvenes con dominio de lenguas foráneas como vía de escape, según explicaron desempleados que acuden a estos centros que gestionan sindicatos y colectivos sociales gracias a subvenciones de la Administración autonómica.

Que malo era Franco decían todos estos grandes luchadores por las libertades, no se cansaba de promocionar er furbo, lo dispensaba a diestro y siniestro, era el opio del pueblo para que este no se interesara por la política, y mandaba a todo el que podía forzosamente a emigrar para que el nivel de desempleo no se notara mucho.
Y llegan estos sociatas, que son los que iban a arreglar la situación según decían, de aquellos desmanes y de todos aquellos que demandaban un trabajo digno, derecho a una vivienda, un coche, un negro que les abanicase y un jamón. Una maravillosa época había llegado. Ningún español volvería a emigrar; España crearía mucho empleo y los trabajadores tendrían un salario de lujo, no como aquel de miseria con el que la gente se moría por las calles de inanición, vacaciones pagadas y todo eso. A cambio, no habría que hacer mucho esfuerzo, con sólo echar una papeletita cada cuatro años votando progresía- que para los que no se hayan enterado aún, es como una especie de malvasía de donde todos los zanganos liban-, que menos, después de tantos años de fascismo y sin verdaderas libertades, la recien nacida democracia dulce y color de rosa con sus nuevos padres iba a ser la rehostia, asunto resuelto.
Habría mucha libertad y mucho más libertinaje; que como todo el mundo sabe es un alimento indispensable para el desarrollo del indivíduo. Nadie tendría que esforzarse, ni por qué preocuparse, solamente dedicar los mejores años a acontemplar y soborear-eso decían los turistas cuando venían para acá-, la nueva democracia despampanante.
Y qué hemos descubierto una vez llegados hasta aquí y una vez pasado el enchochamiento de toda la borregada por esos padres¿? A estos nuevos obispos bitrincantes que confirmaban ERES en trinidad y a to vago.
Qué es lo que siempre han perseguido los sociatas y que en Andalucía como si de una moda se tratase se ha estado llevando con mayor claridad¿? Interpretar a su conveniencia-todo es discutido y discutible-, La Esparta de Licurgo, en la que con esa visión comunalista que tenía, decía que los intereses privados tienen que estar subordinados al bien público. Esto es, los intereses privados del conjunto de los ciudadanos bien administrados por la casta sociata y, todos menos ellos a comer con las puertas abiertas para que se vea que nadie come más de lo que le echan. O sea se, el reparto igualitario de la miseria.

Fuga de cerebritos (los demás no), hacia mi patria querida xD

Guerrero antes de declarar ante la Guardia Civil el pasado jueves.
La Junta de Andalucía destruyó documentos tras salir a la luz el escándalo de los ERE fraudulentos. Así consta en el acta de la declaración prestada el pasado jueves ante la Guardia Civil por el principal imputado en la causa, Francisco Javier Guerrero, que fue director de Trabajo en el Gobierno andaluz durante nueve años.
En su declaración, desvela que tras su salida de la Junta (en abril de 2008) «tiene conocimiento por funcionarios que no quiere identificar de que se han destruido documentos (sic) a partir de que surge el escándalo de los ERE fraudulentos de Mercasevilla». Según este antiguo alto cargo —que ha situado a varios ex consejeros en el eje de la trama, entre ellos a Gaspar Zarrías, mano derecha de Manuel Chaves—, contó con la colaboración del hoy diputado del PSOE (y entonces mero asesor) Ramón Díaz para el proceso de seguimiento de los pagos. Díaz «le asistía y le ayudaba en la confección de los expedientes».
De esta forma, Guerrero empieza a «tirar de la manta» para desvelar el fraude de los ERE falsos. El imputado, cuyo chófer confesó que gastaron juntos parte de las ayudas en «cocaína, fiestas y copas», y que Guerrero recibía a muchos de los que le pedían dinero en un pub con un gin tonic en mano, ha empezado a hablar. Así afirmó que para salvar las reticencias de la Intervención General de la Junta cuando ponía reparos al sistema de pagos, en 2001 se firmó un convenio por el que el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) aprobaba la ayuda. El convenio fue rubricado por el consejero y el viceconsejero (entonces José Antonio Viera y Antonio Fernández).
Consejo de Gobierno, al día

Ambos le indicaron que esa «era la nueva herramienta de trabajo», para la cual les asesoró un despacho de abogados. Ese convenio se justificó en que buscaba «la paz social» para evitar conflictos con trabajadores en Andalucía. En cuanto a la forma de adjudicación, Guerrero cree que «debía ser conocida por el Consejo de Gobierno. «Me extrañaría que no fuera así», dijo a la Guardia Civil. De hecho, también recalcó que esa herramienta que regulaba las subvenciones era una figura conocida por los sucesivos consejeros de Empleo y «a la que nadie puso reparo en nueve años».
Guerrero confesó que en el Consejo de Dirección de cada lunes (reuniones internas de la Consejería) cada directivo exponía «lo que llevaba», incluidas las ayudas. Y algunas, «por su entidad», eran despachadas personalmente con el consejero. Así ocurrió con los EREs de Faja Pirítica, Delphi o Astilleros. Además, a partir de 2007 las órdenes de pago llevaban el visto bueno del viceconsejero (entonces Agustín Barberá).
El descontrol con las ayudas también fue puesto de manifiesto. Según Guerrero, su Dirección General «no tenía capacidad de control» y nadie lo realizaba. Y eso que «sabían que algunas empresas iban a cerrar aunque les diera dinero». Era el caso de Santana o de la Faja Pirítica de Huelva. Y en cuanto a los informes de la Intervención poniendo de manifesto las irregularidades, afirmó que llegaban al consejero y que ellos intentaron regular la forma de concesión de esas ayuda a través de órdenes y borradores que llevaron al «consejillo», la reunión de cada consejeros con el de responsable de Presidencia y que entonces presidía Gaspar Zarrías. Según admitió Guerrero, se intentó regular ese convenio, pero no pasó el filtro del «consejillo» y nunca llegó al Consejo de Gobierno.
El imputado fue interrogado por varios ERE investigados por la juez Alaya. Sobre el de Surcolor, afirmó que el delegado de Empleo, Antonio Rivas (ya imputado) era competente para resolverlo, y que el entonces viceconsejero «tenía conocimiento de la tramitación del expediente y de la fórmula que se estaba siguiendo». Sobre el ERE de Río Grande, Guerrero confesó que lo puso en conocimiento del consejero y el viceconsejero y que Antonio Fernández (imputado) le dijo que «hiciera lo que tuviera que hacer» para solucionarlo.
«No había controles»

El papel de las aseguradoras también queda patente. Según reconoció, sólo le daban facilidades de pago dos aseguradoras Vitalia y Uniter. La Guardia Civil le preguntó por qué eligieron a Vitalia, que cobraba una comisión del 16,9% por la gestión de los ERE, cuando le media era del 3,18. Guerrero contestó que nadie que no fuera Vitalia o Uniter quería trabajar con ellos y que el mediador era el sindicalista de UGT Juan Lanzas.
La declaración también retrata al personaje que ayudaba «a todos». «He ayudado a todo el que lo pedía», dijo confesando que le parecía mal que hubiera dos personas (ambos imputados) que cobraron pólizas a la vez que su pensión. «Está mal hecho, pero no había controles». Tras esa escandalosa confesión a la Guardia Civil, Guerrero se fue a un bar de copas y se dejó fotografiar. Haciendo la «v» de victoria con los dedos.