Atocha 14- Discurso navideño del Presidente del PDP

Buenos días a todos, militantes del Partido Demócrata Popular. Este año que termina ha sido, la verdad, muy fructífero para todos los españoles. En el año que va a terminar hemos tenido las segundas elecciones democráticas de nuestra Historia reciente, que fueron ganadas por el PSOE y, lo más importante, este año ha sido en el que España se ha dado una Constitución, una Constitución democrática, abierta y hecha por todos los españoles.

El esfuerzo de todos ha cristalizado en un texto plural y transversal, pues cubre, de una manera precisa, todos los temas que nos preocupan y nos han preocupado de manera vital a los ciudadanos para asentar los pilares de nuestra democracia. Afianzar nuestro Estado sobre la monarquía parlamentaria y el Estado de Derecho es, desde mi punto de vista, un logro para nuestro país y nuestra Historia.

La Constitución ha sido el hecho principal del año que va a terminar pero, en absoluto, el único. La economía es un tema, y ha sido siempre, recurrente en el discurso político, más ahora que todavía arrastramos la crisis del petróleo iniciada cinco años atrás. España ha superado el presente año el 10 % de paro. El actual Gobierno socialista todavía no ha planteado un plan serio de regeneración política si bien ha desarrollado medidas parciales en materia de empleo juvenil, que están dando sus frutos, pero de manera leve.

Necesitamos un plan general de reactivación económica e industrial que, de manera principal, ha de partir del Gobierno. El resto de partidos, y en concreto el PDP, no podemos hacer otra cosa que colaborar en ello pero la iniciativa, en estos casos y por cuestión de cantidad de medios, ha de partir del Gobierno.

Y asimismo, debemos seguir avanzando en regeneración democrática. Como ya he avanzado al inicio de mi discurso, este año hemos aprobado la Constitución pero no nos debemos quedar ahí. Debemos adoptar normas civiles, penales y procesales acordes a nuestro tiempo y entorno jurídico eliminando aquellas normas que lastren la defensa de nuestros derechos fundamentales y nuestra calidad democrática.

Son muchos los aspectos de los que deberíamos seguir hablando, como los educativos, sanitarios o de las relaciones Iglesia- Estado en esta nueva etapa democrática. Pero no quisiera aburrirles más con mis palabras (risas). Simplemente, agradecerles aquí su presencia y emplazarles a seguir trabajando para hacer una España fuerte y acorde con su entorno.