El Socialista

Santiago Mercader, a la salida del Congreso de los Diputados, tras la votación de la "Ley de interrupción del embarazo".

El Partido Popular, actualmente el partido del Gobierno, ha traicionado duramente a sus electores. Y lo ha hecho por partida doble en un mismo día.

Este Gobierno, que llegó mediante una apuesta firme en su programa electoral -y, en general, en toda la campaña electoral de 2015- por el liberalismo, ahora coharta la libertad de la población española, y más en concreto, de las mujeres españolas. No seré yo quien apoye el liberalismo, pero sí soy un ferviente reconocedor de sus valores, los cuales representa por encima de todo la libertad absoluta del ser como tal. Un ser que, este partido "liberal" supuestamente -siempre, y hasta ahora-, ha condicionado y ha dejado patente que la libertad tiene un precio; y lo peor de todo, es que ese precio lo marcan ellos. El Gobierno del Sr Ocampo se ha visto debilitado por esta gran traición, pero aún hay más.

Hoy mismo, en una de las reuniones periódicas que mantenemos con los partidos políticos que conformamos el Proyecto por la Nueva Constitución Española, el Gobierno de España ha traicionado también la principal apuesta de su campaña: la República Española. Hoy por fin se han quitado la máscara, aquella que intentamos y vinimos diciendo que era falsa, una falacia. Efectivamente, hoy se ha anunciado por parte del Partido Popular la negativa a apoyar una República que, para quien no lo recuerde, fue apoyada por la mayoría de los españoles.

El Partido Popular así, ha traicionado los dos valores que le llevaron al Gobierno: el liberalismo y el republicanismo. Tras ésto, creo que me encuentro en la posición de nombrar a este Gobierno deslegitimado.

Si bien no pretendo dar una lección teórica sobre la legitimidad, sí puedo exponerles que la legitimidad, según los grandes filósofos en materia democrática y legal, se basa en "las razones que el poder tiene y da para obtener la obedencia de su población", y a la vista está que esas razones han sido traicionadas, olvidadas y asesinadas. El Partido Popular ya no ofrece ninguna de las razones que en su día ofreció para ser elegido por el mayor número de ciudadanos entre el resto de partidos, por lo que carece de legitimidad.