Renuncia al acta de senador

Instancia presentada por un procurador apoderado por S. Em. Timoteo Valcárcel en el Registro de las Cortes

El Eminentísimo y Reverendísimo Timoteo cardenal Valcárcel Freire, arzobispo de Tarragona y primado de las Españas, con el debido respeto y consideración debida a VV. EE.

EXPONE

Que de acuerdo con lo dispuesto en la Ley para la Reforma Política, Su Majestad el Rey procedió recientemente a designarle senador del Reino.

Que es obispo de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, en comunión perfecta con el Santo Padre y el Colegio Episcopal.

Que anteayer fue anunciado por la Sede Apostólica que Su Santidad el Papa ha tenido ha bien distinguirlo creándolo cardenal de la Iglesia romana.

Que, a su juicio, esta última dignidad y su oficio de pastor de la Iglesia son incompatibles con la función de senador, por más alta y honrosa que ésta sea.

Y con el debido respeto y consideración debida a VV. EE.

SUPLICA

Se sirvan aceptar su renuncia al acta de senador del Reino que le corresponde de acuerdo con la designación de Su Majestad.

Es gracia que espero obtener del recto proceder de VV. EE., cuyas vidas guarde Dios muchos años.

+ Cardenal Valcárcel Freire
Arzobispo de Tarragona y Primado de las Españas

Tarragona, al 5 de julio del año de gracia de 1977

EXMO. SR. PRESIDENTE DEL SENADO. EXMO. SR. PRESIDENTE DE LAS CORTES.
CORTES DEL REINO. MADRID

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Carta de S. Em. Timoteo Valcárcel a S. M. el Rey

Majestad:

Os escribo estas líneas para explicaros mi decisión de no aceptar el honor que me hacéis designándome senador del Reino. Excuso decir que el incluirme junto a hombres tan excelsos como el Duque de Suárez, el Teniente General Gutiérrez Mellado o el nuevo Ministro de Defensa no puede sino suponer un orgullo para un pobre pastor de ovejas como yo.

Sin embargo, en el mismo momento en que vuestra Casa me comunicó vuestra augusta decisión, las dudas sobre la conveniencia de aceptar acecharon inmediatamente mi espíritu. En aquél entonces aun no conocía la determinación de Su Santidad, que Dios bendiga, de crearme cardenal. Así y todo, mis funciones de diocesano de Tarragona y cabez visible del episcopado español me inducían a desechar vuestra designación. No me atreví a hacerlo inicialmente por no haceros un desprecio. Prometí, pues, considerarlo y consultarlo con la Sede Apostólica.

Pero cuando recibí noticia de la dignidad que a mi persona confería Su Santidad, y que me ataba más si cabe al servicio pastoral, resolví no aceptar el acta de senador. Se me haría de todo punto intolerable, ahora que debo una fidelidad especial a una potencia extranjera, juraros lealtad a Vuestra Majestad sin traicionar mi conciencia o mi juramento.

Es por ello que vengo humildemente a pediros que aceptéis mi rechazo.

Dios guarde a V. M. muchos años. Beso la mano de vuestra augusta Consorte.

Tarragona, 5 de julio del año de gracia de 1977

+ Cardenal Valcárcel Freire
Arzobispo de Tarragona y Primado de las Españas

Bueno, si esa a sido su decision, todos debemos respetarla.

Me parece una buena decisión, aunque matizo: esto seguramente cambiará pronto, pero la elección de representantes del pueblo por parte de Juan Carlos no es demócratica. Los representantes deben salir de unas elecciones. Sin embargo, aunque éste no es el motivo por el que el señor Varcárcel decidió renunciar a su acta, sus razones no dejan de ser buenas, pues intenta evitar conflictos de intereses entre el Vaticano y España.

Bien hecho, señor Varcárcel.

Mala decisión. La renuncia debería basarse en la no elección democrática de su puesto, no en la elección -tampoco no democrática- para otro puesto diferente.

Lástima.

Una buenisima decisiòn,la Iglesia a lo suyo a ayudar a los mas necesitados y dejarse de politiqueos.

Respeto su decisión, Eminencia.

Santiago Mercader escribió:Mala decisión. La renuncia debería basarse en la no elección democrática de su puesto, no en la elección -tampoco no democrática- para otro puesto diferente.

Lástima.

Telegrama de Bartolomé Rigueira, secretario general de la Conferencia episcopal, a Santiago Mercader

Señoría: cardenalato institución Derecho pontificio, no debe ser democrática. Stop. No cargo en sí mismo, sino más bien función aconsejar Sede Apostólica, elegir Romano Pontífice. Stop. Implica concesión nacionalidad vaticana, luego fidelidad Papa. Stop. Difícilmente compatible con posiciones civiles autoridad. Stop. Senador designación real institución legitimidad similar cardenalato. Stop. No precisa legitimidad elección. Stop.

Le felicito por su nueva condición de Cardenal, y también por su responsable renuncia al Senado. Es un acto de responsabilidad que sin duda le honra.

Tte. General, Nicolás Cotoner, Marqués de Móndejar. Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.



Desde la Casa de Su Majestad el Rey, comprendemos y respetamos la decisión y razones de Su Eminencia. Su Majestad le sigue profundamente agradecido por sus servicios a Dios y a España, y dado su reciente elevación a la púrpura cardenalicia propondrá al Consejo de Ministros que le sea concedido el ingreso como Caballero con la categoría de Gran Cruz en la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.

Timoteo Valcárcel escribió:

Santiago Mercader escribió:Mala decisión. La renuncia debería basarse en la no elección democrática de su puesto, no en la elección -tampoco no democrática- para otro puesto diferente.

Lástima.

Telegrama de Bartolomé Rigueira, secretario general de la Conferencia episcopal, a Santiago Mercader

Señoría: cardenalato institución Derecho pontificio, no debe ser democrática. Stop. No cargo en sí mismo, sino más bien función aconsejar Sede Apostólica, elegir Romano Pontífice. Stop. Implica concesión nacionalidad vaticana, luego fidelidad Papa. Stop. Difícilmente compatible con posiciones civiles autoridad. Stop. Senador designación real institución legitimidad similar cardenalato. Stop. No precisa legitimidad elección. Stop.

... ¿Ilustrísima?... no ha dicho usted ni una palabra sobre el cargo de Senador, que bajo mi punto debería ser democrático, y no lo ha sido en ningún caso -dennotado en su elección-. Imagino que esas cosas, al igual que cómo funciona su casa, lo ven normal.

Allá usted... después dirán que somos nosotros quienes interponen zancadillas a la democracia. ¡Vaya!

Santiago Mercader escribió:Mala decisión. La renuncia debería basarse en la no elección democrática de su puesto, no en la elección -tampoco no democrática- para otro puesto diferente.

Lástima.

Los políticos, en general, (y el PCE en particular) no somos los más indicados para criticar la libre designación de cargos.

Excelente decisión, Eminencia. Los asuntos vaticanos son demasiado complejos como para compatibilizar dos funciones separadas por ds mil kilómetros de distancia.

Me parece una decisión correcta.