Programas electorales

Reforma Democrática
Un punto de inflexión en nuestra historia, como pueblo y como nación, representa estas elecciones generales. La importancia de la misma no solo plantea el nacimiento de un gobierno por sufragio universal, pluralismo político y libertad, supondrá para los próximos tiempos, el liderazgo necesario para llevar a cabo la profundización de la reforma política. De la ley a la ley y solo a través de la ley deben ser las máximas de este proceso que ha comenzado el Presidente Suárez, mediante la moderación, el diálogo y la búsqueda del consenso político con todos los sectores. Será imperante la creación de una Constitución democrática como base misma de la futura estructura jurídica y política de España, para la consolidación de un Estado de Derecho, la ampliación de un sistema de libertades, la seguridad de la unidad de nuestro país, la modernización de nuestra legislación en todas sus áreas y la inserción plena en la economía de mercado.
El reformismo demócratico es y será el eje central que conduzca nuestro proyecto de gobierno para el futuro inmediato de nuestra Nación.

Política Económica
Cualquier intento de reforma política y profundización de la democracia necesita el realismo de la situación cotidiana. La crisis económica producida por la estampida inflacionaria y el aumento del paro necesita de una reacción contundente e integral en un plan completo de estabilización. Este plan consiste en tres series de etapas graduales que implicarán una sostenida modernización y liberalización de la economía española, que robustecerá su situación y saneará sus males cercanos. La poca sostenibilidad de nuestro sistema público implica políticas de choque que reviertan la tendencia negativa, y para ello planteamos la necesidad de una política monetaria dirigida a combatir el mal de la inflación galopante que está destruyendo el poder adquisitivo de todos los ciudadanos, y quienes más sienten esta devaluación en sus bolsillos, son los pensionistas y los asalariados, es decir quienes menos posibilidades tienen de hacer frente a esta compleja situación. A su vez, esta política monetaria deberá ser acompañada por una política fiscal marcada por una austeridad significativa, en la cual estableceremos una intensa racionalización del Estado, modernizando la administración pública y procediendo a liberalizar diversos sectores que hoy se encuentran en el deficitario e ineficiente control monópolico del Estado. Esta política atraerá, en un contexto de estabilidad, un importante contingente de inversiones, que será impulsada con una política comercial dispuesta a integrar a España en el mundo moderno. La política cambiaria es también un eje del plan integral de estabilización y aplicaremos en ella todos los mecanismos necesarios para que el combate a la inflación sea más efectivo, y a su vez el sector productivo pueda continuar su proceso de renovación. En estas crisis de confianza, el gobierno será entonces el creador de estos contextos de estabilización y modernización, pero no podrá ser la solución, sino que ésta dependerá ahora de la iniciativa privada, del espíritu emprendedor y productivo de los españoles y su capacidad de crear riqueza y generar un pujante crecimiento económico.

Política Social
La reforma de las estructuras institucionales plantearán desafíos en la creación de nuevos ejes centrales para la concreción de una política social inteligente y moderna. Desde el PLD consideramos el trabajo como el cenit de la política social, la herramienta mediante la cual el ciudadano puede desarrollarse, progresar, ahorrar, consumir y desplegar sus facultades. El trabajo es la dignidad, efectuando un firme lazo a la política económica que estableceremos, una política de crecimiento, de libertad y de igualdad de oportunidades. No debemos caer en la cultura del subsidio, en la cultura de que alguien puede hacer nuestro trabajo, sino en incentivar y construir la infraestructura general para el despligue absoluto del poder económico y productivo de España.
Fortaleceremos dos importantes columnas como es la educación y la sanidad. La sanidad pública merece una generalidad de inversiones destinadas no solo a la creación de nuevos y mejores centros de salud integral, sino a la modernización, a la ampliación de las campañas de prevención, de profesionalización médica, de atención especializada, de incorporar los mejores sistemas de emergencias, de extender la asistencia personalizada.
Vamos a aplicar una firme reforma en la educación pública, que comenzará con una ley de educación moderna y adaptada a los nuevos tiempos, al conocimiento científico, al estímulo del deporte, a los idiomas y a la especialización en los últimos años de estudio para una mejor incersión en el mercado laboral. Ampliaremos la cantidad de días de instrucción, aumentaremos la edad mínima obligatoria de escolarización, y plantearemos una reforma profunda en la educación secundaria basada en el mérito al esfuerzo y en la división técnica de la esencialmente teórica. La Formación Profesional deberá estar firmemente vinculada al mercado laboral y a los sectores profesionales del país. A su vez promoveremos la autoridad pública de los profesores y la cultura del respeto y la sana convivencia.
La reforma a las pensiones es una necesidad imperante de nuestros días, desde el PLD plantearemos avanzar gradualmente hacia un sistema de capitalización individual y reestructuramiento del financiamiento personal para las nuevas generaciones.

Seguridad, Defensa y Lucha contra el Terrorismo
En correspondencia a las reformas estructurales que necesita España en todos los órdenes políticos y económicos, las reformas deberán llegar también a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a las Fuerzas Armadas. Apostaremos a un mayor grado de profesionalización, aunado a una sostenida y contundente inversión para su modernización gradual y sostenida y su fortalecimiento institucional.
Aplicaremos una firme política antiterrorista, en la cual crearemos organismos centrales de inteligencia adaptados al combate y la lucha contra los males de la sociedad moderna, no solo de los aparatos subversivos y desestabilizadores, sino del terrorismo y de las bandas criminales. La no negociación con el terrorismo es una máxima clara que no dispondremos en negociar: al terrorismo se lo combatirá con todo el peso de la ley y firme mano de hierro amparado en el Estado de Derecho. Crearemos un organismo de ayuda para las víctimas del terrorismo.

Política Exterior
En este mundo que comienza un proceso mayor de internacionalización y competitividad, España no puede dejar de ser un actor trascendental en el mismo. Desde la apertura comercial, la modernización del sistema productivo, el acceso al crédito exterior hasta la lucha contra el terrorismo, no pueden abordarse en aislamiento. Por ello proponemos una firme y ordenada apertura al mundo libre, que comparte los valores occidentales y básicos de la sociedad española, reforzaremos en alianzas políticas y económicas de hecho el vínculo de España con Europa, en una insistente política para la aceptación de España en la Comunidad Económica Europea. Pero las alianzas deben profundizarse incluso en el campo de la defensa, por ello iniciaremos tratativas contundentes para el ingreso de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el cual será definido en referendum por la propia ciudadanía.
La diplomacia será fundamental y una piedra angular de nuestro gobierno, para solucionar conflictos y para crear nuevas oportunidades de crecimiento y progreso para nuestro país.


Modelo de Estado y Sistema de Gobierno
Desde el PLD consideramos a España una Nación indisoluble, constituída de regiones con peculiaridades históricas, lingüísticas y culturales. Impulsaremos la reforma hacia un moderno Estado de Derecho, como estructura de una sólida democracia liberal, en la cual la institución de la Corona tendrá un papel fundamental como articulador de la unidad y la riqueza pluricultural de la Nación Española. Apoyamos y promoveremos, por tanto, una monarquía constitucional-parlamentaria como sistema de gobierno claro y contundente para un esquema superior de democracia y un pleno sistema de libertades. Creemos en la necesidad de la descentralización de determinadas competencias para la mejora de la gestión y la decisión directa de los ciudadanos, sin que la misma afecte la propia estabilidad de la Nación.