Comparecencia del Secretario general de la Conferencia episcopal

Comparecencia del Secretario general de la Conferencia episcopal, Ilmo. Bartolomé Rigueira Ynestrillas, obispo de Tuy-Vigo

Buenas tardes. Me presento ante ustedes en nombre de los obispos de España con un cometido muy importante: abrir el debate sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Se acercan unas elecciones, y para nosotros es importante que cada candidato haga explícitas sus opiniones. Nuestra intención sincera es, por tanto, que los electores que decidan ejercer su derecho lo hagan con conocimiento de causa.
Estos días ha habido distintos sucesos que han motivado declaraciones espontáneas de rechazo o de afecto hacia la Iglesia católica. Queremos atajar estos impulsos pasionales por medio del debate hondo y sosegado. En nombre de la Comisión permanente, he contactado con todos los obispos de España, y tengo poder para decir lo que sigue.

Las reglas que rigen hoy las relaciones entre España y la Iglesia católica no son las adecuadas para afrontar los años venideros. Tal y como se están desarrollando los cambios políticos creemos necesario ajustar esas relaciones. No todos, ni dentro ni fuera de la Iglesia, compartimos una visión al respecto, pero estoy seguro de que podremos sentarnos a negociar.

Los obispos creemos que las negociaciones que subsigan deben pivotar en torno a varios ejes: la educación, los asuntos económicos de la Iglesia, el estatus jurídico de la Iglesia y la tradición cristiana de España. Esto incluye, ciertamente, muchos aspectos, y cada uno de estos aspectos será sin duda objeto de negociación individual.

Lanzamos, por tanto, una llamada a todos los prohombres de buena voluntad para que se avengan a dialogar con la Iglesia.

Se abre el turno de preguntas.

¿Cómo se ve la Iglesia dentro de un sistema republicano? Italia es un República, Polonia es una República...

Bartolomé Rigueira, secretario general de la Conferencia episcopal

La Iglesia no predetermina la forma de gobierno. Los reyes de España han sido siempre católicos, y eso es algo que les honra, porque han predicado con el ejemplo de forma extraordinaria. Pero lo que de ahora en adelante ocurra en España a ese respecto pertenece al poder temporal y no al espiritual.

Por otra parte, y con independencia de lo que dice, es de todos sabido que la situación de la Iglesia en Polonia no es cómoda. El Pacto de Varsovia no favorece un medio adecuado al ejercicio eficiente de las actividades de la Iglesia.

¿Qué opina la Conferencia Episcopal del capitalismo y el libre mercado?

¿Cómo vería la Iglesia un Gobierno de izquierdas y progresista?

Buen mensaje de la Iglesia.

Bartolomé Rigueira, secretario general de la Conferencia episcopal

Sr. Mercader: está en ciernes una carta pastoral sobre la doctrina social de la Iglesia. Me remito a ella en cuanto a su primera pregunta. De todos modos, usted sabe que la Iglesia patrocina una visión ética y no materialista de la convivencia social. En cuanto a lo segundo, sea como sea el gobierno que salga de las elecciones, hemos de sentarnos a dialogar. Evidentemente, con unos el diálogo será más tenso y con otros menos. Contamos, para nuestro bien, con el patrimonio diplomático de la Santa Sede, que nos será muy valioso a estos efectos.

A la Iglesia ni agua,ya tiene demasiados tesoros.

La Iglesia Católica ha demostrado en innumerables ocasiones su compromiso con la sociedad española y su bienestar a través de la fe en Dios. Además, la familia ha hecho de España un país consolidado, y en este sentido se lo debemos agradecer.

Por consiguiente, los católicos de España pueden confiar en nosotros, y en nuestra intención de preservar las actividades episcopales en España, que tanto redundan en la mejora de la calidad de vida de los españoles.

Señor Raimundo, algunos sectores de la Iglesia se han preocupado por los comunistas, debemos respetarlos. Recuerde que muchos de los sacerdotes de la periferia de Barcelona comulgan con las ideas de su partido.

La iglesia ha cometido muchos errores a lo largo de su historia, como todos, pero en el X Congreso Socialista demostramos claramente que se puede compartir la fé y el hecho de ser practicante católico con el de llevar la militancia socialista. Somos plurales, creemos que en el buen progreso y en la constitución de una democracia más plural deben intervenir todos los agentes sociales. Entre los que está la iglesia.

Un institución respetada, que lleva la palabra, de quien por lo menos yo considero un revolucionario de su época, Jesús.

Un reportero de la COPE:

Ilustrísima, tradicionalmente los sacerdotes y los religiosos consagrados no han prestado servicio militar. ¿Cree usted que esto debe continuar siendo así?

Bartolomé Rigueira, secretario general de la Conferencia episcopal:

La opinión mayoritaria del clero, y la sostenida por el Derecho canónico, es que religiosos y sacerdotes no deben realizar actividades incompatibles con su estado clerical o religioso. Por tanto, la situación de que ahora disfrutamos nos parece satisfactoria y conservarla sería un éxito negociador.

Dicho esto, existen servicios que clérigos y religiosos consagrados pueden prestar a la sociedad y son compatibles con su estado. No el servicio propiamente en las armas, pero sí otros. Pero, como se decía cuando yo era pequeño, se puede "servir al Rey" de muchos modos.