Campaña de Alternativa de Govern.

Amigos, amigas,
No sé si lo sabéis, pero me encanta estar junto a todos vosotros. Demostráis una fuerza y unas ganas de cambio inusuales en otros simpatizantes, afiliados y políticos de otras agrupaciones políticas.
Hoy, estamos aquí en Barcelona para abrir paso a una larga campaña. Un largo camino que nos debe llevar al gobierno de Cataluña. Para ello, Miquel Paul, nuestro compañero que nos representará por la provincia de Barcelona y estoy seguro que no nos defraudará. Porque sé que es un hombre verdaderamente preparado para los retos que tenemos que afrontar en el futuro. Desde aquí, compañero quiero darte toda la fuerza del mundo para que sigas trabajando como lo has venido haciendo hasta ahora.
Simpatizantes, afiliados, amigos, amigas, compañeros, compañeras, somos un grupo político que piensa en el devenir de Catalunya. Los catalanes siempre hemos sido gente emprendedora, gente que ha trabajado hasta lo máximo para poder levantar una gran nación como la que tenemos ahora. Y nadie nos ha podido callar. No pudieron acabar con nuestro espíritu con los Decretos de Nueva Planta que significaron la pérdida de nuestra soberanía. Tampoco pudieron con nosotros los primeros borbones que nos impusieron a nosotros impuestos discriminatorios. Y mucho menos pudo la dictadura de Franco acabar con el sentimiento catalán.
Sé que muchos en españolitos pensarán que estamos locos, que somos unos radicales. Nada más lejos de la realidad. Los catalanes siempre hemos sentido lo mismo, siempre hemos creído que somos algo más que una mera parte oprimida de España. Somos una nación. Pero no una cualquiera. Somos progreso, somos fuerza, somos libertad, somos esfuerzo. Esos son los valores que siempre nos han caracterizado, nos caracterizan y nos caracterizarán. Y ésos, son los que debemos potenciar.
Ese fue el fallo del actual gobierno, el no potenciar los valores que nos hacían ser lo que somos. Dentro de unos años se recordará al pasado gobierno como uno que hizo retroceder el avance político, social y económico de Catalunya.
Es que amigos, amigas, ¡es increíble de lo que está haciendo este gobierno!. ¿Alguna familia derrocharía dos tercios de su renta disponible en cosas sin sustancia que nada la benefician? Ninguna. No podemos seguir con el actual modelo económico y desde Alternativa lo tenemos bien claro. Vamos a gastar menos y mejor, devolviendo todo el dinero que podamos a los ciudadanos. Porque basta ya de despilfarros para alimentar a una clase política que quiere solo y exclusivamente vivir del resto.
Vamos a bajar los impuestos, porque debemos fomentar la sociedad del esfuerzo y del emprendedor. Además, bajando los tipos impositivos daremos más poder a las familias para que ellas sean libremente las que decidan en que emplear el dinero. Porque queremos devolver el poder a los ciudadanos, porque el Estado ya ha demostrado en reiteradas ocasiones que no es un buen gestor. Porque amigos, ¿qué precio pagan los políticos por equivocarse?. Una vez respondida la pregunta comprenderéis que cuanto menos poder reúna el Estado mayor progreso alcanzaremos.

Y hay que gastar mejor. El gasto se debe distribuir en aquellas zonas que consideramos que es mejor invertir. Por ejemplo, la educación. En muchas ocasiones he repetido que invertir en la educación de nuestros jóvenes es la mejor manera de garantizarnos un futuro mejor. Y es así, y por ello destinaremos muchísimos más fondos de los que se destinan ahora para mejorar la calidad de nuestro sistema educativo.

También debemos mejorar la dotación presupuestaria en Salud. Los ciudadanos pagan impuestos para algo, y si queremos mantener una sociedad cohesionada y de progreso, debemos garantizar la universalidad de la salud. Para que todos, ricos y pobres puedan disponer en nuestros centros sanitarios de la mejor atención.

Estas dos áreas, junto con Seguridad y Justicia serán los ejes que vertebren nuestra política. Una política que apuesta de manera clara por la libertad. Como dijo Tocqueville, “En cualquier época hubiera amado la libertad, pero en estos tiempos tiendo a adorarla”. Sí, en estos tiempos dominados por lo contrario, por las regulaciones, por la cercenación de libertad.
Desde Alternativa de Govern, amigos, amigas, nos comprometemos con vosotros para el aumento de las libertades de los catalanes y catalanas. Queremos una sociedad nueva y juntos sé que lo lograremos.
¡Muchas gracias!

¡Hola ciudadanos, hola a todos, amigos/as!
Hoy, he podido asistir en este acto a una gran movilización ciudadana. A una gran rebelión que persigue la libertad como bandera.
Hace justamente un mes que inscribimos nuestro partido en el Registro Oficial. En aquel momento pensamos que con obtener una pequeña representación en el Parlament habríamos logrado una gran proeza. Hoy, en cambio, creemos que podemos aspirar a más y vuestras caras de felicidad, vuestras caras de ganas de trabajar me lo dicen a mí y a todos los que creemos en esto.
Porque ya estamos hartos de esta clase política, infecta que lo único que hace es perjudicar más y más nuestra sociedad. Que se centra únicamente en tratar de cercenar nuestra capacidad de elección tanto en lo social como en lo económico. En esta última parcela estamos asistiendo a un descaro monumental por parte de estos políticos que se hacen llamar falsamente representantes de la ciudadanía. Cada hora el govern de Cataluña gasta 4,2 millones de euros de sus bolsillos en prebendas y demás subvenciones, aproximadamente tres de cuatro euros se destinan a aumentar las ya rebosantes arcas de los políticos.
Canallas, como poco, es la calificación que se podría designar a estos individuos. Pero amigos, hoy más que nunca existe todavía una esperanza. Porque gracias a Dios vivimos en democracia y gracias a esta podremos echar a los burócratas. Yo, desde aquí, desde este humilde atril, me comprometo a eliminar todo ese gasto y a rebajar un 75 % los impuestos que pagamos actualmente para que el 25 % restante se ocupe exclusivamente para garantizar la universalidad en áreas como educación, sanidad, seguridad y justicia. Nada más.
Porque el resto de gasto es inútil y lo único que produce es más retroceso y menos libertad.

Y que no os mientan los colectivistas y la clase aristocrática que pretendemos desregularizar completamente todo, convirtiendo así Cataluña en una selva, porque no. Los liberales no estamos en contra de una regulación mínima que proteja lo espontáneo de la sociedad, sin embargo, si lo estamos hacia la reglamentación y el exceso de reglas focalizadas en la planificación económica o moral. Estos, los intervencionistas, son los que distorsionan la regulación natural a través de su gran cantidad de regulaciones, subsidios, incentivos, concesiones, privilegios, monopolios. Al gravar a los hábiles y trabajadores, para animar a los vagos, ellos realizan el fomento de una sociedad suicida, de una sociedad sin sentido.

Tampoco os engañen aquellos que se hacen llamar valedores de la libertad, pues no son más que personas cuyo oficio es mentir para sacar rédito electoral, engañando a los ciudadanos. Desde Alternativa de Govern, queremos ser trasparentes y propondremos numerosas medidas que aclaren la actividad política, que hogaño parece más turbia que nunca.

Y quisiera compartir con todos vosotros una reflexión y para finalizar, sobre todo esto. Una cosa que ciertamente me ha provocado la risa y a la par una reflexión profunda por su posible paralelismo en política. Leyendo uno de los tantos libros que de economía poseo, en concreto de mi etapa de estudiante, me topé con una explicación sobre la Ley de Competencia Desleal , que rápido me hizo imaginar y pensar sobre qué pasaría si se exigiera a los políticos para sí mismos lo mismo que exigen a terceros. Antes de nada os pongo el párrafo:

"Algunos ejemplos son: actuar con engaño, omitiendo o falseando las características del producto; denigrar el producto o la imagen de otras empresas; entregar obsequios que comprometen al consumidor a comprar otros productos; aprovecharse indebidamente de las ventajas de la reputación adquirida por otros en el mercado […]"

Como podréis comprobar si esto mismo se trasladara a la política sería un conflicto sin lucha, una batalla sin sangre y otras miles de expresiones que vienen a significar algo totalmente sin sustancia. Antes de seguir, voy a realizar ese traslado de ese mismo párrafo de lo económico a lo político:
“Por su parte, la Ley de Competencia Política Desleal trata de impedir los comportamientos desleales de los partidos. Algunos ejemplos son: actuar con engaño, omitiendo o falseando las acciones negativas de su gestión; denigrar la gestión o la imagen de otros partidos; entregar subvenciones que comprometen al consumidor a comprar toda la ideología del partido, aprovecharse indebidamente de la buena gestión realizada por otros en el pasado[…]”

Creo que queda más patente lo hipócritas que son los políticos exigiendo ciertas cosas. Y que quede también claro que yo no estoy pidiendo esta ley para los políticos, ¡para nada!. Simplemente denuncio las excelsas exigencias y reglamentos absurdos que tienen que aguantar las empresas, frenando de esta manera el desarrollo económico mientras que los políticos sí pueden ejercer libremente su tarea, algo que reitero aplaudo, pero que muestra como es de Farisea la clase política.

Porque al igual que en política, en economía (si estuviéramos en un verdadero sistema de libre mercado) si alguna empresa trata de engañar a los consumidores en su producto, ésta sería castigada por estos últimos ya que son los que tienen la voz y voto, y los que ponen a los que hacen bien las cosas arriba y a los que lo hacen mal abajo. Porque si tratan de aprovechar el prestigio de otros, los consumidores se fijaran en aquel que lo ha hecho bien tanto en el pasado como en el presente y por tanto elegirán al mejor. Lo mismo ocurre en el resto de casos.

La libertad es la persecución constante de la excelencia, y si se trata de coartar siempre siempre siempre volvemos a una sociedad donde el progreso se ve cortado.

Desde Alternativa lucharemos por devolver el poder al ciudadano de donde nunca debió salir. Os pido que nos apoyéis no para que la burocracia catalana aumente, sino para que el excelso poder que tiene vuelva a vuestras manos. Que cada decisión regulada, se transforme en una decisión libre. Que cada euro que tiene la administración, vuelva al bolsillo del ciudadano. Esa es nuestra fuerza, la fuerza de la libertad.

¡Muchas gracias!