URGE CREAR MÁS PLAZAS PARA ESTUDIAR MEDICINA EN ESPAÑA:

España forma insuficientes Licenciados en Medicina y en consecuencia las plazas de MIR acogen ya un 40% de médicos extranjeros, mientras numerosos estudiantes españoles se han de exiliar al Este de Europa para formarse en Medicina, a costa de la familia

Los hechos:
1. La elevada nota de corte para iniciar estudios de Medicina en nuestro país obedece a un Númerus Clausus instituido en 1979, momento en el que España acumulaba una bolsa de paro médico compuesta por cerca de 20.000 licenciados.
2. Dicha bolsa de paro fue absorbida por el mercado laboral a lo largo de los siguientes 15-20 años y, sin embargo, el Númerus Clausus, pese a haber umentado los espacios universitarios docentes (nuevas Facultades Públicas y Privadas) y no haberse reducido - sino, de seguro, aumentado - los cuerpos de profesorado, apenas se ha visto modificado.
3. El mencionado sobre-número de Facultativos formados hasta el año 1979 irá alcanzando masivamente su edad de jubilación en el plazo de 10-15 años, anunciándose para esas fechas un déficit de profesionales.
4. Este déficit ya es realidad en los últimos años en ciertas regiones, cuyas autoridades sanitarias iniciaron ya una desesperada contratación de médicos extranjeros, obviando los más elementales requisitos de homologación con el sistema sanitario español.
5. Durante los últimos años, mientras tanto, un número nada despreciable de estudiantes-ciudadanos españoles, aspirantes a cursar estudios de Medicina, se han visto obligados a convertirse en universitarios emigrantes en países del Este de Europa, pese a contar con medias de expediente académico en muchos casos por encima del notable y, por supuesto, con todos los gastos, académicos y de manutención en el “exilio”, costeados por las familias; familias españolas que a su vez costean con sus impuestos, entre otros servicios, la formación Universitaria de otros y la Sanidad, con formación MIR incluida, de propios y extranjeros.
6. La prueba más objetiva de que es insuficiente el número de nuevos Médicos generado en las Universidades Españolas la proporciona los datos de la Oposición MIR anual. En esta prueba de convocatoria nacional a la que se presentan los nuevos facultativos para optar a su especialización, el porcentaje de Licenciados extranjeros inscritos y admitidos ha ido en aumento en los últimos años hasta alcanzar en estos momentos prácticamente el 40% de los admitidos.
7. Muchos de estos Facultativos extranjeros admitidos en el Sistema MIR no sólo no tuvieron una media de notas alta cuando ingresaron en sus respectivas Facultades de origen, sino que ni si quiera sufrieron un filtro de “númerus clusus” en su país.
8. Antes de 1979, en cada Facultad Pública Histórica de nuestro país, ingresaban cada año entre el triple y el quíntuple nº de alumnos que en la actualidad.
Los profesionales entonces formados, pese a la teórica masificación, son los ejecutores de la moderna y avanzada Medicina de nuestro país, de lo que cabe deducir que el ampliar el “númerus clausus” de ninguna manera parece tan amenazante como el admitir licenciados sin protocolo de homologación. Aquéllos estudiantes también eran objeto de una suerte de efectivo “númerus clausus” pero post-ingreso, aquel que se modulaba mediante la desigual proporción y ritmo con que los alumnos culminaban sus cursos y licenciaturas (nunca el 100%).
9. Si bien el retornar a cifras como las de los años 70 (300% a 500% de las de ahora) ya no parece necesario, dado el aumento de centros docentes, no cabe duda de que incrementos en la admisión de tan sólo un 25 o 50% (no del triste 7% que se ha sugerido) tendría, al menos, las mismas garantías de éxito formativo que el de aquellas generaciones. El objetivo debería ser, no sólo garantizar el propio autoabastecimiento de Licenciados para el país, sino hacer retornar a todos los estudiantes exiliados.
10. Los que desde el ámbito Universitario ponen trabas, dando por imposible la perspectiva de incrementar significativamente el número de alumnos que ingresan cada año en nuestras Facultades de Medicina, esgrimen, entre otros, argumentos económicos, al afirmar que la inversión que la Universidad tiene que hacer por cada alumno de Medicina es mucho más alta que por estudiantes de cualquier otra Facultad y no hay presupuesto suficiente para más. Y sin embargo, esa afirmación deriva en parte de un vicio de cálculo arraigado precisamente en el Númerus Clausus, pues es fácil deducir que inevitablemente ha de ser mucho mayor el coste de personal (el más importante) en una Facultad cuya ratio "profesor/ número de alumnos" es mucho mayor que la de las otras. También es fácil deducir que la situación actual de los docentes, con grupos pequeños formados por los mejores expedientes del país, puede haber arraigado en ellos unas condiciones de privilegio, muy lejos de las que vivían en sus mismas aulas sus homónimos hace 30 años, a las que no están dispuestos a renunciar, pese a que nadie esté invocando cifras de ingresos de alumnado como las de aquella época.
11. Es justo reconocer que España se ha erigido en un referente de alto nivel en cuanto a la formación en Medicina y a la calidad de sus prestaciones sanitarias y, como consecuencia de ello ejerce hoy en día atracción para la inmigración profesional médica; pero no nos engañemos, muchos contemplan su paso por nuestro país como un período formativo necesario y enriquecedor para luego retornar a su tierra.
12. Es temerario y de una peligrosa ingenuidad confiar en que todos los facultativos extranjeros incorporados a nuestro Sistema MIR permanecerán en el país una vez completada su formación especializada y lo salvarán del anunciado déficit de facultativos, sobre todo cuando muchos, en sus países de origen, pueden disfrutar de mejores retribuciones y consideración social que en el nuestro y dado el hecho de que, en el contrato de formación MIR, no existe cláusula alguna que los comprometa a rendir posteriormente servicios en nuestro Sistema Nacional de Salud o los vincule (ni a ellos ni a los nacionales) con el mismo una vez finalizada su especialización.
En unos años podemos vernos afectados, no sólo por la falta de facultativos propios nacionales, sino por repetidas diásporas de médicos especialistas extranjeros formados en nuestro eficiente sistema MIR y que, en un momento dado, decidan rentabilizar su especialización retornando a su país.
En resumen: es imperativo e incluso urgente ampliar el Númerus Clausus y hacer todo lo posible para que retornen nuestros estudiantes, exiliados contra su voluntad e, incluso, también lo hagan los Facultativos que, durante los años 80 y 90, se fueron a ejercer por Europa y no pudieron regresar.

Vale, pero creo que esto debe ir al agora...

Nos quejamos porqué en Cuba les obligan a estudiar allí, y porqué en España les obligan a salir... Aclárense.