Discurso inaugural de Ramírez como nuevo presidente de AES

Compañeros, estoy encantado de que hayáis depositado toda vuestra sabia confianza en mí.

Primeramente quiero comunicar mi agradecimiento a todos vosotros desde lo más profundo de mi corazón por haberme dado esta oportunidad, que tanto tiempo llevo buscando, de trabajar desde aquí por todos vosotros y por todos los principios y valores que representamos.

Sin embargo, no son tiempos para dormirse en los laureles. Tras haber estado prácticamente inactivos (reconozcámoslo) tras tanto tiempo, mucha gente seguramente habrá pensado que hemos dejado de actuar y de defender nuestros ideales. Nada más lejos de la realidad, desde YA mismo vamos a actuar con el fin de presentarnos a las próximas elecciones autonómicas donde pensamos volver a cosechar los éxitos de antaño. Aún así, nos mantenemos en nuestra posición de que no podemos seguir con este modelo territorial, que ahoga al ciudadano en unos niveles de burocracia increíbles y que permite a muchos reyezuelos de las nuevas taifas manipular la historia a su antojo para dividir a la patria, con el consentimiento, desde luego, ( cuando no acompañamiento) del gobierno centra, es decir, el supuestamente patriótico Partido Popular. ¡Menos autonomías y más España!

Por otra parte,queremos condenar la situación de semianarquía que vive nuestro país por culpa de unas fuerzas que se autodenominan como izquierdistas pero que no son más que ultrabolcheviques enemigos de la civilización cristiana y de España. Esta "gente" no hace más que desestabilizar la sociedad y ahogar el progreso del país.

No vamos a cambiar lo más mínimo nuestros principios ni nuestros ideales. Para nosotros, la defensa de la unidad de España, de la civilización cristiana, de los valores morales, de la familia y de la justicia social son inamovibles bajo cualquier concepto o circunstancia, y prometo, aquí y delante de vosotros, que jamás, y digo jamás, colaboraré con nadie que no se digne a respetar nuestros principios. Y menos todavía con aquellos que los traicionan, como el gobierno de turno.

Es hora de cambiar las cosas. Es hora de que los ciudadanos hartos del desorden público, de la desidia moral de nuestra juventud, de la división de nuestra patria, del caciquismo falsamente democrático y de la inmigración masiva y sin control (muchas veces bajo el paraguas del yihadismo invasor) entreguen en nosotros su confianza. Yo os aseguro que no fallaré a nadie que confié en mí y en nuestro proyecto.