La FVT velará por los derechos de las víctimas del terrorismo

Ha comenzado su andadura un nuevo proyecto de apoyo a las víctimas del terrorismo: la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT). La FVT busca la defensa de las víctimas sin importar la ideología o nacionalidad de sus verdugos. Una de las impulsoras, Garaiñe Gorria, nos confesaba que su primera intención había sido participar de esta idea dentro de la AVT, pero que al ser rechazada su entrada por motivos políticos, había continuado adelante con esta ilusión de justicia, paz y respeto a los derechos humanos. La FVT será, según Gorria, apolítica.

No han tardado en llegar peticiones de ingreso. Además de personas más o menos famosas del mundo de la política o la prensa, la FVT ha recibido las solicitudes de Manuel Bultó , hijo de una víctima del Exercit Popular Català; Rosa Lores, víctima de un atentado de la ultraderecha contra la revista El Papus en 1977, así como de los dos hijos de Joan Peñalver, conserje asesinado en ese mismo atentado; Teodoro Lucas, cuyo hijo ni llegó a nacer como consecuencia de un atentado de ETA contra un restaurante el Port Olímpic de Barcelona en 1993; o la madre de Carlos Palomino, asesinado por la ultraderecha en Madrid en 2007.

También se han inscrito los familiares de las víctimas: Teófilo del Valle, Francisco Aznar, Pedro María Martín, Romualdo Barroso José Luis Castillo, Bienvenido Perea, Juan Gabriel Rodrigo, Vicente A. Ferrero, Tomás Pérez, Aniano Jiménez, Ricardo Pellejero, Maria Menchaca, FranciscoJavier Verdejo, Jesús Maria Zabala, Bartolomé García, Carlos González, José Javier Nuin, Ángel Almazán, Juan M. Iglesias, José Vicente Casabany, Juan Manuel Iglesias, Arturo Ruiz, Luis J. Benavides, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez, Javier Sauquillo, Enrique Valdelvira, Francisco Egea, Maria Luz Nájera, José Luis Aristizabal, Ángel Pérez, Isidro Suspérregui, Rafael Gómez, José Luis Cano, Miguel del Cano, Manuel Fuentes, Luis Santamaria, Gregorio Maritxalar, Carlos G. Frecher, Miquel Grau, Manuel J. Caparrós, Javier Fernández Quesada y Agustín Rueda.

Una de las primeras actuaciones de la FVT ha sido solicitar una reunión con el gobierno para presentarse, dialogar y -según hemos sabido- pedir una atención especial al caso del niño de Teodoro Lucas. Teodoro y su esposa tomaban una cerveza en un restaurante del Port Olímpic de Barcelona cuando para su desgracia una bomba colocada por ETA hizo explosión. Como consecuencia del atentado el matrimonio perdió a su hijo, al que le faltaban unos meses para nacer. Por esta razón nunca ha sido reconocido como víctima, por morir antes de ver la luz. Según un miembro de FVT, hay un caso parecido, el de una niña que, encontrándose su madre en pleno embarazo, perdió la audición a causa del atentado de Hipercor, también en Barcelona. Después de muchos años de lucha en los tribunales, al final la Justicia les ha dado la razón. Lo mismo que desde la FVT esperan para el matrimonio Lucas.