Declaración de El Público en relación a TV3

Desde El Público anunciamos que la postura de este medio no coincide con la postura oficial del Colegio de Periodistas de España. Nosotros apoyamos la libertad de pensamiento en Catalunya y en todo el mundo, y por tanto, consideramos que no se puede ni se debe tolerar que se utilice el dinero de la ciudadanía con tal de defender, atacar o desprestigiar cualquier organización o cualquier persona, sobre todo si esa organización o persona representa una ideología o una religión, así como cualquier otro carácter íntimo y personal. Consideramos que se ha usado el dinero de la ciudadanía catalana para intentar influir políticamente sobre ella, algo que atenta contra los principios de la democracia y contra la libertad de pensamiento.
Así mismo, condenamos la actitud de aquellos que defienden la actitud del Consejo de Administración de esta televisión, pues consideramos que dicho consejo se rige por relaciones personales o políticas, y no por la información imparcial y de calidad por el que se habría de regir un medio público, y consideramos a todos aquellos que apoyan esta actitud como cómplices del asesinato de la libertad de pensamiento en Catalunya.
Siguiendo el guión de la declaración del Colegio de Periodistas, El Público hace saber que:
- Condena la actitud pasiva de ciertos sectores políticos y el apoyo al hecho de que se politice un servicio público.
- Se solidariza con los trabajadores de TV3 y con el conjunto de los catalanes, que son las verdaderas víctimas de esta situación, y con aquellas personas que han sido atacadas por defenderla libertad de pensamiento y el deber de imparcialidad de los servicios y medios públicos.
- Respetamos a aquellos que a pesar de ser atacados, siguen defendiendo a los trabajadores de TV3, la libertad de pensamiento y el deber de imparcialidad de los servicios y medios públicos.
- Nos comprometos con la libertad de prensa, con la libertad de pensamiento y con la defensa de que cualquier servicio o medio público debe regirse por la imparcialidad, no aprovecharse de los ciudadanos y no utilizar a los trabajadores del mismo.
Tampoco nos parece moral el hecho de que en la declaración del Colegio de Periodistas de España se hayan añadido tan solo declaraciones de una de las partes, destacando el autor de la misma y el partido al que pertenece. Lo consideramos inmoral y equivocado, pero lo respetamos, atendiendo al hecho de que la mayoría de periodistas del mismo pertenecen a un medio privado, y no público, y que por tanto, no está sujeto al deber de imparcialidad.
Por último, condenamos las declaraciones de ciertos políticos que efectuaron en defensa de los trabajadores de TV3, pues consideramos que no puede ni se debe acusar de “Puta barata” a nadie ni a nada, pues es un acto de menosprecio desmesurado.