Entrevista con Elisenda Ferrer (Interviú)

Elisenda Ferrer lidera dos de las comunidades que más aportan al sistema financero español como lo son Cataluña y Baleares. Desde su independentismo decidido ha sabido llegar al electorado catalán y balear y gobierna con la mano tendida a pactos y consensos. Hoy damos la palabra a una de las mujeres más influyentes del panorama político actual.

"La pedagogía presupone voluntad de ser escuchados"

Ferrer, en una intervención ante el pleno del Parlamento catalán



- Usted ha fundado la Confederación de Diputados. ¿Qué espera de esta plataforma?

Llevamos muchos meses con proclamas políticas sobre la mesa alrededor de que el estado español se debería articular con un sistema federal. Yo creo que si se espera que los pueblos del estado convivan, lo primero debe ser superar los anacronismos, contradicciones y 'tabulas rasas' del autonomismo actual, muy jacobino en sus esquemas.

Creo que la opción más sensata es una organización confederal donde las naciones y sus pueblos se asocien en una superestructura superior mínima. Por eso invité a representantes políticos a sumarse a un debate constructivo. Creo que podría ser la última oportunidad de convivencia, porque el estado actual de las cosas nos lleva a la independencia como única vía de escape a un estado español que una vez tras otra ha dicho nones a los avances significativos en autogobierno.

- El BEN gobierna en Cataluña y en Baleares y está siempre en el punto de mira de ciertos sectores políticos de España. ¿Apuesta usted por la pedagogía?

La pedagogía presupone voluntad de ser escuchados. Cuando algunos políticos se instalan en la sordera porque esa sordera es lo que mantiene su colchón de votos, por mucho que queramos hablar de problemas, necesidades, propuestas y soluciones nos encontraremos con un muro. Pero sólo por parte de algunos, pues en general entre los políticos de peso existe el debate constructivo.

- Quieren la independencia de Cataluña. ¿La quieren obtener unilateralmente, via negociación...?

Yo soy independentista. Creo firmemente que centrar nuestros recursos y esfuerzos en nuestros problemas reales, obviando la cantera de problemas políticos de Madrid, es la opción más sensata, beneficiosa, correcta, deseable y progresista para Catalunya y para el conjunto de los territorios de nuestra perspectiva nacional: los Països Catalans.

El BEN, nuestra coalición, prioriza el ganar espacios de soberanía y autogobierno al hecho de proponer la independencia de un día para otro. Una independencia que de ganarse, debe partir de la condición política que asegure la soberanía y el derecho a decidir, por una parte, y de la condición democrática de un referéndum impecable e internacionalmente observado. Así se han creado los estados europeos en la era moderna.

- ¿Cuál es su relación con los demás partidos del Parlament catalán?

En el Parlament existe un clima general de colaboración y cooperación entre todas las fuerzas políticas de tradición democrática. El falangismo político sí ha tenido duros discursos, pero entendemos que su alimento electoral es su actitud antisistema.

- ¿Cuál es su opinión al respecto de una posible reforma de la Constitución?

Hoy en día ya podemos asegurar que la mayoría de la población del estado no votó esa constitución, y es evidente para todos que de los años setenta hasta ahora algo habría que actualizar. Y se debería actualizar en el ámbito de los derechos sociales, en la profundización de la participación democrática, en el reconocimiento de las naciones y sus pueblos, y en la substitución de la monarquía por una jefatura de estado electa.

Pero hay que tener en cuenta que una república, por el hecho de ser república, no significa mejora social, mejor entendimiento político, mejor justicia ni mejor autogobierno para Catalunya ni para nadie. Si se habla de reforma y de república lo mejor es no perderse en los discursos fáciles: que se pongan más ideas sobre la mesa y se llegue a consensos tan amplios como en el 78.

- Comparten con Euskadi la voluntad de buena parte de ambas sociedades de segregarse de España. Así pues, ¿cuál es su opinión al respecto del conflicto vasco? ¿Negociación con ETA: sí o no?

En mi opinión, y si nos fijamos en las líneas generales de otros conflictos de terrorismo ya resueltos, hemos de ser conscientes de que el objetivo es que los que usan la violencia hoy puedan defender mañana sus ideales mediante la palabra, y estar sometidos a las urnas.

Con ETA hay que sentarse a hablar de cómo y cuando dejan la violencia y las armas. Con el independentismo político hay que sentarse a hablar de cómo se reforma la ley de partidos y cómo pueden los parlamentos vasco y navarro decidir sobre su autodeterminación el día que el independentismo sea mayoritario en ese país.

Criminalizar el diálogo es un error que hace ya mucho tiempo que pagamos caro, una bandera no vale ni una sola vida. Un proceso de paz valiente y con garantías es lo que se merecen nuestras sociedades.

- Señora Ferrer, muchas gracias.

Muchas gracias a usted por concederme la palabra. Hasta pronto.