[Congreso de los Diputados] Marco Janer: "Estaremos allí donde los españoles y su majestad nos digan."

CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


Marco Janer, durante su comparecencia tras la investidura fallida

Buenas noches a todos;

Tras los acontecimientos de hoy, la Cámara ha decidido no darme su confianza, y por tanto, no procurar un gobierno fundado en un acuerdo de mejora y estabilidad para todos los españoles. Por primera vez en la historia de nuestra joven democracia el Congreso no ha votado mayoritariamente en contra del candidato presentado, sino que, ha decidido con su mitad justa que este no sea investido. 

Una sesión marcada por tres aspectos, el primero, el hecho ya mencionado de que no existe una alternativa mayoritaria en la Cámara, simplemente un conglomerado de diputados que solo tienen en común su odio a todo aquello que no sean ellos. El segundo, que el absentismo parlamentario parece que será una dinámica habitual esta legislatura, o la siguiente, si nadie lo evita. Diputados catalanes, valencianos, diputados vascos, diputados todos ellos al servicio de los españoles, cuyo único cometido en esta Cámara ha sido el de vilipendiarla, o si como parece no tenían demasiadas ganas, ni siquiera presentarse a ella.

Por último, pero no menos importante, se ha constatado que la única alternativa que los socialistas dicen plantear es la de aglomerar voluntades separatistas, social-populistas y en el mejor de los casos, tan gandules que prefieren disfrutar de la preciosa tarde veraniega madrileña. Algo que no debemos criticarlo salvo que lo hagan cuando deberían estar en la sede de la soberanía nacional, casualidades de la vida hecho por el que son diputados. Lo peor no es eso, que es comprensible viendo la bajeza de sus discursos, sino que además se permiten el lujo de amenazar a otros diputados si no invierten el sentido del voto. Un grave hecho que en este nuevo "Partido" Socialista se ha convertido en habitual.

Ahora bien, este revés no supone un fracaso, desde luego hemos hecho lo que Su Majestad nos solicitó y lo que debíamos al menos intentar, servir a los españoles por encima de nuestros intereses personales o partidistas. Es por ello que seguiremos trabajando, con coraje y decisión, para garantizar la estabilidad política y recuperar la confianza institucional que un futuro imprevisible de incertidumbre y desesperación populista nos puede arrebatar todo.

Los españoles pueden confiar en ello, y pueden confiar en que vamos a estar ahí dónde las ganas de poder socialistas vacíen sus bolsillos de responsabilidad y los llenen de ambición pecuniaria. Lo último, presionar a diputados para votar en contra, para tal vez, poder presentar ante su poco electorado que han conseguido derrotar al Partido Popular en el Congreso. Cómo si esto fuese de derrotas, lo peor no es la sarta de menosprecios e insultos que la ingrata izquierda ha vertido sobre los diputados populares, mi persona y los diputados de Ciudadanos, lo peor, es que ese tipo de individuos pueden llegar a tener poder de decisión si no se lo impidiese nadie.

Cómo ya reiteré en el Congreso, y en anteriores comparecencias, nuestros esfuerzos son por algo más humilde y encomiable, por la convicción de que podemos construir hoy, el proyecto de viabilidad del mañana, un proyecto común, unido en la diversidad de sus gentes, solidario entre familias de una misma sangre, pero también, de diferentes sentires.

Y en base a ello seguiremos trabajando, trabajando para alejar de las instituciones la sombra de la tosquedad populista, el odio nacionalista y la falta de responsabilidad de los socialistas patrios.

Porque esa es la verdadera cuestión que hoy nos tiene ante dos meses de contrarreloj, la ausencia de sentido de estado de los socialistas. Quiénes haciendo caso omiso al tendido de manos, a la clemencia ciudadana y el ejercicio de la política, han impedido que hoy haya un gobierno para todos los españoles. Pero qué, pretenden crear uno para sólo sus "gentes."

Ciudadanos que nunca dejarán de tener el respaldo y la protección de los populares, resueltos a actuar con rotundidad ante cualquier amenaza al orden constitucional que garantiza nuestra forma de vida y preserva nuestros valores como pueblo.

Con coraje y la certeza de quién sabe que defiende lo correcto. Con la única ambición de servir a aquellos españoles que confiaron en personas honestas, directas y destinadas a protegerles de lo que más pueden temer, el desasosiego de no poder hacer nada. Con todo ello, y con la voluntad de seguir haciéndolo, continuaremos esforzándonos para corresponder el compromiso de los ciudadanos con su nación y sus instituciones.

Gracias a todos, responderé a sus preguntas.