Comparecencia del Presidente del Gobierno [GOB]

Fabián de la Torre
Presidente del Gobierno

Gracias, señor Presidente.

Señorías, acudo a esta Cámara cinco días después de la sesión de investidura para cumplir mi palabra de comparecer a presentar un programa integral de medidas económicas que mi Gobierno acometerá para hacer frente a la situación que actualmente atraviesa España.

Como expresé en la Investidura, y deseo recordarlo a Sus Señorías, la coyuntura a la que nos enfrentamos es la más grave de los últimos cincuenta años. Llevamos casi una década inmersos en un proceso de crisis global que ha impedido a todos los colectivos y segmentos sociales desarrollar sus actividades en plenitud: hemos vivido la crisis más dura y más larga de esta época y eso ha cambiado ya la forma de vivir de millones de ciudadanos.

El Estado no ha sido ajeno a las dificultades y los cinco últimos Gobiernos han tomado diferentes medidas, todas ellas duras y difíciles, para encontrar un futuro de prosperidad que a día de hoy aún no se ha materializado. Y ahora las arcas están vacías y no es posible hacer frente a todas las obligaciones. Estamos, señoras y señores Diputados, como advertí en la investidura sin que nadie me preguntara después al respecto, al borde de la suspensión de pagos.

No sé si no les importa o si les parece lo normal. No lo es. El Estado no sólo tiene obligaciones con sus acreedores: el Estado facilita del orden de 200.000 millones de euros cada año en transferencias directas a ciudadanos o empresas: pensiones, subsidios, prestaciones sociales, ayudas de todo tipo. España es deudora de los españoles a día de hoy porque el mes pasado no pagamos las pensiones a la inmensa mayoría de sus beneficiaros. España será deudora en el futuro inmediato si no puede pagar los intereses de su deuda. Y después de eso, Señorías, no hay nada.

No sólo hay que tomar medidas; eso es evidente. Hay que tomar decisiones.

Decisiones que nos afectan a todos, Señorías, y que por mucho que no nos gusten es imperativo adoptar. Porque los españoles están hartos de inacción y complacencia, de cortinas de humo y de distracciones. Otros Gobiernos que han precedido al actual no han cumplido su deber y ahora alguien tiene que arreglarlo. Otros Gobiernos han provocado la quiebra del Estado y ahora alguien tiene que arreglarlo. Otros Gobiernos se han dedicado a cuestiones mucho más agradables que éstas y ahora alguien tiene que hacerlo. Todos, señorías, Diputados de esta Cámara. No hace falta mirar muy lejos.

Señoras y señores Diputados, toca rescatar a España. Podemos hacerlo nosotros o pueden hacerlo otros dentro de unos meses. Podemos mantener el poder de decisión en esta Cámara como representante de la soberanía nacional o podemos esperar un tiempo, no muy largo, y vernos obligados a entregarlo. Esas y no otras eran las opciones. Decir lo contrario es mentir despiadadamente a los españoles.

No existe en el mundo actual ninguna forma de lograr transferencias netas por valor de ochocientos mil millones de euros para reflotar nuestra economía que no sea acudir a la ayuda de la Unión Europea en colaboración con el Fondo Monetario Internacional.

Podremos discrepar en cuestiones procedimentales y de detalle, en matices o grandes decisiones, pero lo obvio es que no hay nadie más que pueda sacarnos de esta situación.

España prestó su ayuda a varios países en serias dificultades para que pudieran salir de sus apuros y ahora ha llegado el momento de solicitar esa ayuda. España confía en sus socios europeos para salir de esta crisis igual que nuestros socios confían en nosotros, nos darán su ayuda y con ella saldremos adelante.

Hay que hacer sacrificios. Todos ustedes lo sabían, Señorías, y nunca se han atrevido a decirlo a los ciudadanos. La verdad a veces duele pero ocultarla es mentir y mentir es lo peor que puede hacer un Gobierno a sus conciudadanos.

Anteayer me reuní con el Presidente de la Comisión Europea y representantes del FMI para acordar un Programa de Asistencia y Estabilidad de España 2016-2022, que el Gobierno aplicará mediante un Plan Nacional de Reformas Económicas que será iniciado con carácter inmediato y que culminará en el año 2022. Este Plan, elaborado en tiempo récord, es el programa reformista más grande jamás acometido de una sola vez por un Gobierno en la historia de España y responde a las necesidades urgentes e ineludibles que tenemos como nación, como país y como pueblo.

El PNRE está dividido en seis grandes bloques: Consolidación fiscal, Sostenibilidad de las Cuentas Públicas, Sector Financiero, Empleo, Cohesión Social y Competitividad.

Respecto de la Consolidación fiscal, les anuncio que España ha adoptado con la Comisión Europea y el Fondo Monetario una serie de objetivos de déficit público para los próximos años. En el presente ejercicio este objetivo será del -6,00%; el año próximo, del -4%. Asimismo, hemos marcado un tope de deuda pública sobre el total del Producto Interior Bruto, que este año  no superará el 98% y el próximo quedará por debajo del 102%.

Las medidas más inmediatas que tomará el Gobierno para la consecución de estos objetivos tienen como denominador común la búsqueda de una mejor Administración Pública y la mejora de su rendimiento, la optimización de los recursos del Estado, la eliminación de duplicidades y la eficiencia en la gestión. Así, se modificará la Ley de Bases del Régimen Local para traspasar la gestión de diferentes tributos a los organismos autónomos o a la Administración local. Se modificarán diversos acuerdos de índole religiosa, incluyendo los acuerdos con la Santa Sede, para la aplicación del Impuesto de Bienes Inmuebles a una lista de inmuebles no dedicados al culto ni sagrados. Se iniciará un proceso de unificación del Cuerpo Nacional de Policía y el Instituto Armado de la Guardia Civil, dando precedencia a este último, con una desmilitarización parcial, contando en cualquier caso con el concurso de los sindicatos y asociaciones mayoritarias de ambos cuerpos, con el objetivo de una mayor coordinación y eficacia en su importantísima labor. También se revisarán las misiones de España en el extranjero, en colaboración con las Naciones Unidas y la OTAN, con un repliegue de las más avanzadas o las menos necesarias de acuerdo a unos criterios de lógica geopolítica, pero en todo caso reorientando los objetivos de la política exterior de seguridad de España de acuerdo a la PESC.

En total, las medidas que les acabo de enumerar encaminadas a la reducción drástica del gasto público no social suman un ahorro estimado de entre 2.000 y 2.800 millones de euros al año.

No obstante, Señorías, a nade escapa que la consolidación fiscal no puede hacerse únicamente por la vía del gasto. Evidentemente es el sector público quien más carga debe soportar pues es el que ha cometido los mayores excesos. Los españoles no han vivido por encima de sus posibilidades: es el Estado quien lo ha hecho.

Ahora nos vemos en la situación de tener que pedirles otra vez un esfuerzo titánico. El Gobierno adoptará con carácter inmediato una reforma del régimen tributario que afectará de forma esencial al Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas, al Impuesto de Sociedades  y al Impuesto sobre el Valor Añadido.

Procederemos a elevar el tipo impositivo de los diferentes tramos del IRPF de la siguiente forma:

1. Para rentas desde 0 hasta 18.000 €, la retención actual del 22,5% se mantiene, sin cambios.
   
2. Para rentas desde 18.001 € hasta 33.600 €, se eleva un 1%, del 28% al 29%.
   
3. Para rentas desde 33.601 € hasta 54.000 €, se eleva un 2,5%, del 35 al 37,5%.
   
4. Para rentas desde 54.001 € hasta 144.000 €, se eleva un 3,5%, del 39% al 42,5%.
   
5. Para rentas desde 144.001 € hasta 310.000 €, se eleva un 4,5%, del 42% al 46,5%.
   
6. Para rentas a partir de los 310.001 #, se eleva un 5,5%, hasta el 49,5%.

Nuestra intención es distribuir esta carga, conscientes de lo que supone para todos los españoles pero seguros de que no todos ellos pueden afrontarla por igual. De modo que atendiendo a los principios de equidad y proporcionalidad que presiden –o deben presidir– nuestro sistema fiscal, hemos optado por esta subida progresiva de los tramos teniendo en cuenta la renta que comprende cada uno. Es por todos conocido que una subida de impuestos masiva sólo logra el efecto inverso al pretendido, una caída de la recaudación, además de suponer una injusticia que mi Ejecutivo no quiere cometer.

Por otro lado, se procederá a modificar la actual regulación del Impuesto de Sociedades, pero no con carácter general. Se aumentará el gravamen a determinados sujetos pasivos, ya que el Gobierno entiende que la creación de empleo no tendrá lugar si las empresas españolas están ahogadas por la Administración Tributaria. Por ello, se ampliará la tributación sólo a sociedades unipersonales, fondos de capital-riesgo y fondos de inversión inmobiliaria. El resto no sufrirá variaciones.

En tercer lugar, como les he dicho, se revisarán los tipos impositivos del Impuesto sobre el Valor Añadido. Los tres actuales tipos se mantienen, pero sufren variaciones. El tipo superreducido se incrementa en un 1%, pasando del 4 al 5%; el tipo reducido se eleva un 2%, del 10 al 12%; y el tipo general se eleva un punto porcentual, pasando del 21 al 22%.
Esta distribución de las nuevas cargas obedece a la preocupación del Gobierno por la posible paralización del consumo, un efecto que deseamos evitar y que evidentemente sería más fácil prevenir con una bajada que con una subida. Creemos que mayores incrementos del IVA supondrían un brutal descenso del consumo de familias y empresas y, como decía antes, un efecto contrario al que se pretende.

Estos sacrificios que nuevamente tenemos que pedir a los españoles son duros. Lo sabemos y somos conscientes de ello. Soy consciente de lo que le estoy pidiendo a la ciudadanía. Pero ahora mismo las soluciones a nuestros problemas pasan por tomar este tipo de medidas.

Señoras y señores Diputados, como les decía antes es el sector público el que está obligado a soportar la mayor parte de la carga de este ajuste. Por ello en segundo lugar, en el bloque de las reformas para la sostenibilidad de las cuentas públicas, hemos asumido los objetivos de crear mecanismos institucionales fuertes capaces de garantizar una planificación y gestión financiera sólidas en las Administraciones Públicas, algo que no ha existido hasta la fecha, así como una reforma integral de las AAPP para reducir su jerarquía y eliminar de una vez por todas las muchas duplicidades en las que incurre el sistema autonómico tal  y como se ha venido desarrollando. Además, y en convergencia con decisiones similares que ya operan en otros países de nuestro entorno, se establecerá por Ley la obligatoriedad para la Administración de pagar a sus proveedores en el plazo de 25 días desde la emisión de la factura.

Además, de forma inminente se someterá a esta Cámara un proyecto de Ley de Altos Cargos que impondrá un salario base más una cuantía variable para todos los altos cargos de la Administración y prohibirá de manera taxativa la percepción de más de una renta al mismo tiempo para todos los figurantes en esta categoría. En la misma línea y con carácter indefinido, se procederá a la congelación absoluta de todos los salarios de todos los niveles superiores a Director General. Asimismo, quiero anunciar que todos los miembros del Consejo de Ministros hemos solicitado a la Agencia Tributaria y al Ministerio de Economía, Hacienda y Administraciones Públicas que pongan en marcha los mecanismos oportunos para permitir la no percepción de las nóminas correspondientes al presente ejercicio. En otras palabras: el  Gobierno no cobrará durante este año. No haré más comentarios al respecto pues es una decisión estrictamente personal de cada uno de nosotros y de la que no cabe valoración alguna.

En el mismo bloque de sostenibilidad de las cuentas públicas, el Gobierno continuará el proceso iniciado en 2013-2014 para la entrada de capital privado, parcial o mayoritaria, en las empresas públicas de marcado valor. Asimismo, se prohibirá que el Estado adquiera más del 51% de cualquier sociedad, y en consecuencia se pondrá en marcha un proceso para la disminución de la presencia de sector público en empresas hasta ese tope, con la excepción, por sus especiales características, de Loterías y Apuestas del Estado.

El Gobierno, de acuerdo con las líneas trazadas en la investidura y con una clara vocación de recoger las demandas de los ciudadanos, presentará un Proyecto de Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Accesibilidad Pública que pretende convertir el aparato del Estado en un cristal absolutamente traslúcido. Se incluirá la publicación del sueldo y patrimonio de Secretarios de Estado, Ministros y Presidente del Gobierno, y se creará un portal único de Transparencia Estatal, que recopilará todos los datos económicos, financieros, estadísticos, etc. del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.

En tercer lugar, damas y caballeros, paso al bloque de reformas del sector financiero. Por el momento, se procederá a una reforma del Fondo de Garantía de Depósitos, con la vista puesta en su total unificación, con el objetivo de garantizar que la reestructuración bancaria sea exclusivamente financiada por el sector, sin que el contribuyente cargue con el esfuerzo, ni mediante tributación, ni mediante PGE, ni mediante el aumento de comisiones o intereses bancarios. El resto de medidas referentes al sector financiero, que es el que mayor reforma ha sufrido en los últimos años, se adoptará más adelante, de acuerdo con el calendario previsto por  la TFSP que lo prevé para completa implementación en el ejercicio 2017-2018.

Entramos pues en el cuatro bloque, de reformas para el empleo, que es sin lugar a dudas capital. El Gobierno acometerá la puesta en marcha de un Plan Estatal para el Fomento del Empleo (PEFE) que incluirá las siguientes medidas: en primer lugar, la modificación de la Ley de Contratos del Sector Público. Se pondrá e marcha un sistema de licitación premiada, es decir, obtendrá una mayor valoración en vías a la adjudicación que las empresas contraten a desempleados de más de 1 año (mediante garantía), jóvenes menores de 30 años, mayores de 55, o mujeres, según los casos en diferentes medidas. Existirá una bonificación de 1.500€ durante un año por cada desempleado contratado con cargas familiares, a la que se sumarán  500€ si son jóvenes menores de 25 años. En el seno del PEFE so introducirá un Plan Salario Joven dirigido a jóvenes formados en FP, sin experiencia profesional y consistirá en un salario de 300€ mediante la realización de prácticas amparadas en convenios entre Ayuntamientos o CCAA y empresas.

Asimismo, se reducirá la cotización social empleador, si bien está por especificar aún en cuánto ya que es necesario consolidar el actual marco de la Seguridad Social antes de adoptar medidas al respecto. Se introducirá también un Plan de Inversión Productiva en Municipios mediante la creación de un fondo de 5.000 millones de € para inversiones municipales estratégicas y productivas, que generen competitividad al municipio o sostenibilidad social o medio ambiental. Sin embargo, no repetiremos errores del pasado: estas inversiones deberán obligatoriamente realizarse en el mismo ejercicio presupuestario y deberá presentarse un proyecto cuya adjudicación se haya concedido a empresas radicadas en el municipio, y que se comprometan a realizar una mínima contratación.

En el ámbito del empleo, Señorías, este Gobierno toma posesión con una tasa de paro prevista, para el cierre de este año, del 28 %. Es un dato sin precedentes en la Europa del último siglo y una brutal carga para cualquier sociedad. No podemos cerrar los ojos a la realidad que esconde esa cifra y es absolutamente imposible no actuar con todas nuestras fuerzas y todos nuestros medios para detener esa sangría. Es nuestro deber como gobernantes y como servidores públicos trabajar para que esa previsión jamás se cumpla o de lo contrario les habremos fallado a todos los ciudadanos.

Las medidas que acabo de anunciarles, según los criterios del Gobierno, generarán un volumen de unos 300.000 puestos de trabajo directos, más otros 150.000 indirectos. Pero no podemos quedarnos ahí; de lo contrario jamás podremos salir de este oscuro túnel.

Pasando al bloque de reformas para la competitividad, señoras y señores Diputados, el Gobierno elaborará a la mayor prontitud un Proyecto de Ley de Regulación del Mercado Laboral que garantice la estabilidad salarial, asegure los derechos de los trabajadores y permuta la flexibilización interna de nuestro mercado de trabajo. Se pondrá en marcha un proceso de liberalización de horarios comerciales en grandes zonas urbanas o municipios, con prioridad para las zonas con un especial volumen de turismo, con el objetivo de promover la creación de empleos en función de la demanda horaria que pasará a ser variada.

Asimismo, se aumentarán las deducciones fiscales por inversión en I+D+i hasta el 14%, y hasta el 12% en cuestiones medioambientales. La finalidad de esta medida es premiar a las empresas responsables en estos ámbitos de importancia capital, lograr una mayor competitividad de nuestro sector privado y consolidar el avance hacia una economía sostenible.

Éste es, Señorías, el grueso de las medidas que conforman este Plan Nacional de Reformas Económicas que el Gobierno empezará a aplicar de inmediato en virtud del acuerdo a tal efecto alcanzado con la Comisión Europea y las restantes instituciones de la TFSP. Algunas de ellas son medidas especialmente difíciles de tomar y resulta francamente duro anunciarlas a los ciudadanos, pero debemos poner fin a este ciclo de inacción y desidia. Los sacrificios serán arduos y el trabajo a realizar es inmenso, peo no perdamos de vista que existe un futuro de esperanza al que jamás renunciaremos.

Nada es en vano. Y, desde luego, nada es insulso. Este Plan Nacional de Reformas no actuará solo.

La Comisión Europea, en colaboración con todas las instituciones comunitarias y con el FMI, pondrá en marcha una Línea de crédito de Apoyo a la Liquidez del Estado, ALE, con un total disponible de 150.000 millones de euros, destinados a garantizar el sostenimiento de los servicios públicos hasta la consecución de las reformas previstas, con un interés de 2% anual, sin aumento por inflación, y con un vencimiento en el año 2031.

Se renovará la Línea de crédito del MEDE de los 62.000 millones hasta los 120.000, para la liquidación de activos dañinos de las entidades bancarias intervenidas y para el saneamiento del sector financiero bancario español, aumentándose el interés en un 0,75% pero ampliándose el vencimiento en diez años, hasta 2031.

España se incluirá en los programas de convergencia de los Fondos estructurales de la UE, y en virtud de eso recibirá hasta 2022 350.000 millones de euros del FEDER destinados al apoyo a la creación y el mantenimiento de estructuras públicas; 200.000 millones del FSE, hasta 2022, para el incentivo de la contratación y el movimiento del mercado laboral; y España tendrá la categoría de socio en convergencia en los Fondos de Cohesión, lo que nos aportará 150.000 millones entre 2016 y 2022.

Asimismo, este Gobierno ha pactado con el Banco Central Europeo un apoyo para la reestructuración de 90.000 millones de euros de deuda soberana española con vencimiento en 2016, así como el estudio de medidas similares por parte de la TFSP para ejercicios siguientes.

Por último, y con carácter urgente, el Fondo Monetario concederá un crédito a España de 40.000 millones de euros para la financiación de gastos corrientes inminentes, al 15 y con vencimiento también en 2022.

Todo ello, Señorías, garantizando plenamente mi compromiso ante esta Cámara: la pertenencia de nuestro país a la Zona Euro y a la moneda única. España no saldrá del euro.

Señoras y señores Diputados, es el momento de actuar y ésta es la propuesta seria, completa y fundada que presenta el Gobierno. Cumplo también con ello otra promesa, la de comparecer de inmediato ante el Congreso de los Diputados para informar a ustedes, y por medio de ustedes a toda la nación a la que representan, del camino a tomar. No es fácil, no es cómodo y no es el ideal, pero es el que nos permite abandonar este invierno de temor y ansiedad para acercarnos a un futuro mejor.

Muchas gracias.

Fabián de la Torre
Presidente del Gobierno

Gracias, señor Presidente.

Señorías, señor Rodríguez Ocampo, me encontraba en el momento más esperado de su discurso cuando ha dado las gracias y ha abandonado la Tribuna. Después de sus descalificaciones personales ha pasado a la no poco prolija vanagloria de sus propios actos para, a continuación, despreciar todo lo demás. He aguantado estoicamente y cuando anuncia usted la existencia de su alternativa... se va.

De modo que, señor Presidente, como no tengo la menor intención de entrar en un debate de calificativos hacia su persona, que me inspira el máximo respeto por ser quien fue, esperaré a que tenga usted a bien proponer una, sólo una medida, alternativa a las cerca de 40 que acabo de anunciar. Quizás entonces tengamos algo que debatir.

Por cierto, Señoría. Yo no me creo moralmente superior a ninguno de ustedes. Tampoco he dedicado un tercio de mi discurso a presentar sin nungún tipo de pudor mis logros en mi trayectoria profesional, y humildemente creo que tengo alguno. Si usted hizo tan bien su trabajo, expliquenos a todos por qué soy yo, y no usted, quien ocupa el escaño de Presidente del Gobierno.

Gracias.

Héctor Fernández
Presidente del Grupo Parlamentario Popular

Gracias señor Presidente, señorías. Señor De la Torre, desde mi grupo nos alegramos de esta comparecencia, pero he de decirle que estas medidas debería haberlas anunciado antes de su investidura, tal vez el resultado de esa votación hubiera sido otro. No obstante nos alegramos de que quiera explicar, aunque tarde, a la ciudadanía cual va a ser su plan frente ala crisis económica que vive España.

El Grupo Popular tenía la esperanza de que en esta comparecencia dijese algo más que obviedades, señor De la Torre. Que en España hay una crisis lo sabemos todos, bienvenido a España. Que hay que tomar medidas está claro, otra cosa es que se tomen las medidas correctas. Que la gente está harta es algo a lo que yo hice referencia en estos días. Pero no veo en su comparecencia medidas para que disminuya la situación e hartazgo de los ciudadanos para con sus representantes. No habla de reducir el número de aforados, no habla de combatir  la corrupción, ni de aligerar los procesos judiciales para los casos de corrupción. No habla, en definitiva, de la crisis social y política que se vive hoy en España.

Deben tomarse medidas y en eso todos estamos de acuerdo, pero como le digo, deben ser las medidas correctas y lo que usted ha puesto encima de la mesa no es lo que España necesita. Usted no es lo que España necesita.
(Aplausos del GPP)

Es por ello que le tendemos la mano. Es por ello que le ofrecemos nuestra ayuda. Y yo y mi grupo estamos dispuestos a que haya un diálogo entre su Gobierno y el Partido Popular, pues conviene que tengan en cuenta las únicas medidas que pueden salvar a España, que son las nuestras.
(Aplausos del GPP)

Nuestro partido mantiene la postura que mantuvimos en la sesión de investidura. No tiene usted nuestro respaldo ni lo tendrá, pues consideramos a su gobierno ilegítimo y al PSOE, de nuevo, el portavoz de los recortes sociales. Pero creo que podemos llegar a acuerdos puntuales con usted y su Gobierno.

Dice usted que hay que rescatar a España, y que tenemos que hacerlo nosotros para que otros no lo hagan. Dos afirmaciones, y dos falsedades. En primer lugar no hay que rescatar a España, sino que hay que apostar por medidas que devuelvan a los españoles las libertades y la situación económico-social de antes de la crisis. Y en segundo lugar tengo que decirle que no engañe a esta Cámara, usted no es “nosotros”, usted y su Gobierno son “otros”. España está gobernada desde el extranjero desde el momento en el que usted ha tenido que recibir instrucciones desde Bruselas para hablar hoy aquí. Por lo tanto, el poder de decisión no está en esta Cámara y la soberanía nacional murió hace menos de una semana. Y decir lo contrario es mentir despiadadamente a los españoles.
(Ovación del GPP)

Lo primero que nos dice es que hay que hacer sacrificios, pero lo que usted plantea es que esos sacrificios los sufran los de siempre, los ciudadanos que ya no tienen más para darle al Estado: las clases medias y las pymes. Si la gente está harta es porque se les ningunea, y usted sigue ninguneando a las clases medias y a las capas más débiles de nuestra sociedad.

Lo hace con su plan de “consolidación fiscal” (gesto de comillas), que para hablar claro a los ciudadanos debería llamarlo por su nombre: plan de subida de impuestos a clases medias y pymes.
Cuando los ciudadanos peor lo están pasando, cuando peor situación tienen para consumir, usted les sube los impuestos. Apuesta usted por la receta de sus compañeros socialistas, que creen que subiendo los impuestos van a recaudar más, pero lo que va a aumentar es el fraude fiscal, pues los ciudadanos están ahogados. El Gobierno socialista quiso como última medida antes de su llegada subirles los impuestos a todos los ciudadanos. Hoy vemos que lo han conseguido con usted y con Ciudadanos de la mano.
No es subir los impuestos lo que España necesita. Lo que es necesario es que se baje el gasto y se recorte todo el sobrecoste político que el socialismo se empeña en crear para acabar con la iniciativa privada y con la libertad de mercado. Quiere usted reducir el déficit estrangulando al economía familiar y la iniciativa emprendedora, cuando lo que tiene que reducir es toda la mamandurria que hay en este país.
(Aplausos del GPP)

No me inspira más que la responsabilidad cuando le digo que hay una ciudadanía asfixiada de tantos impuestos y que está impedida de desarrollar su vida en libertad. La irresponsabilidad está en quien ve que la salida a la crisis no está en la reducción del gasto político y sí en el ahogamiento del ciudadano medio.

Estamos de acuerdo en que hay que reformar la Administración pública para aligerarla, que hay que eliminar duplicidades. Pero es que no dice ni qué duplicidades ni qué reformas concretas va a llevar a cabo. Le solicito, pues, que concrete sus medidas y espero que lo haga, no como en la sesión de investidura.

Señor De la Torre, llegamos a un punto complicado de su discurso. Ha anunciado usted un ataque a los derechos que tiene la Iglesia y que nacen de un profundo acuerdo de los españoles con la Santa Sede. Hace usted de cabeza de turco no sólo de Bruselas, sino también de los socialistas que le acompañan en su Gobierno. Introduce usted tintes anticlericales y anticatólicos en su intervención, y en ese sentido nos tendrá en frente radicalmente.
Ataca usted también a la Guardia Civil. Y lo plantea justo cuando yo hablé en la sesión en la que se aprobó la moción contra ETA de que había que reconocer la labor de quienes habían sacrificado su vida para acabar con la violencia del terrorismo. No se le ocurre forma mejor de reconocer la labor de la Guardia Civil que desmilitarizar el Cuerpo y destruir todo el sistema de seguridad ciudadana que existe en España. No hay necesidad de destruir a la Guardia Civil, no hay ninguna demanda en ese sentido, salvo la que hacen aquellos con un discurso antimilitarista, aquellos que le acompañan en el Gobierno: los socialistas y la izquierda. Y no vamos a permitir que cercene a un Cuerpo tan noble y con tanto arraigo entre los españoles como es la Guardia Civil.
(Ovación del GPP)

Estamos de acuerdo con usted en que el Estado ha vivido por encima de sus posibilidades, pero lo que no puede hacer usted es decir eso y acto seguido anunciar que va a subir los impuestos directos a las clases medias, a los ciudadanos de a pie. Va a subir usted el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades y el IVA. Justo lo que España menos necesita: va usted a confiscar el dinero que ganan los españoles con su trabajo, por lo que el poco empleo que hay, pagará más. Va usted a subir los impuestos a todas las empresas, tanto a las pequeñas, como a las medianas, como a las grandes, es decir, que va a ahogar a unas empresas que están hasta las cejas de deudas y que muchas están al borde del cierre, con lo que ello conlleva para la destrucción de más puestos de trabajo. Y va a dar otro golpe al consumo subiendo el IVA. Es decir, que lo que usted va a hacer es: rascar más el bolsillo de los españoles, mandar a las empresas al cierre y a los trabajadores a la calle y encima va subir los precios y fulminar el consumo. Si usted pretende que apoyemos eso, lo lleva usted claro, ¡no vamos a apoyar unas medidas dignas de un socialista!
(Ovación del GPP)

Y lo peor de todo es que usted sabe lo que va a pasar, sabe que no van a recaudar más, usted lo ha dicho, pero aún así quieren asfixiar aún más a los ciudadanos. Usted sabe que si sube los impuestos a las empresas, cerrarán y sus trabajadores irán a la calle, pero le da igual. Eso no es responsabilidad.

Pero no contento con todo ello quiere usted subir el IVA superreducido, no un 1%, no, un 25%. Es decir, que subirá el precio de productos básicos como el pan, la leche, los huevos, la fruta, la verdura, los libros o el material escolar. Es decir, que va usted a apretar a la economía doméstica hasta la extenuación. Permítame decirle que no cuente con nosotros para hacerlo, señor De la Torre, porque si usted y sus compañeros “socialistas” quieren cercenar a la clase media española nos tendrá en frente.
(Aplausos del GPP)

Y lo peor, señor De la Torre, es que usted sabe, como acaba de decir, que una subida del IVA va a desincentivar el consumo. Lo sabe y lo hace, porque cualquier subida del IVA como la que usted plantea es una subida brutal.

Para todo esto nos va a tener enfrente, por supuesto. Pero sin embargo nos tendrá a su lado y podemos llegar a acuerdos puntuales en lo que se refiere al adelgazamiento de las AAPP. Es por ello que apoyaremos el pago rápido a proveedores. Apoyaremos y le tendemos la mano para que los sueldos de los políticos se reduzcan, pero de verdad, que se reduzcan contundentemente. Y creo que es el momento de plantear el futuro del Senado, señor De la Torre. Si quiere usted profundizar en esta medida y en otras de recorte del gasto político superfluo, nos encontrará y estamos dispuestos a sentarnos con usted tras esta sesión para llegar a un acuerdo.

Si quiere usted adelgazar el Estado y dar voz a la iniciativa privada en las empresas en manos públicas, ahí también nos encontrará, pues creemos que es necesario continuar con las reformas liberalizadoras que desde el PP llevamos a cabo en los años que usted ha hecho referencia. Pero sólo lo haremos si apuesta usted de verdad y no con medias tintas por un libre mercado que deposite en los ciudadanos la soberanía económica. Lo cual es el proyecto del Partido Popular.

Pese a que podamos estar de acuerdo en estos puntos, vuelve usted a cometer el error típico del buen socialista cuando habla de la creación de empleo. No se entiende que quiera crear empleo a través de una línea de subvención a las empresas que contraten. Y no se entiende porque es absurdo, señor De la Torre, que pretenda que las empresas se acojan a esa medida y contraten si por el otro lado les está subiendo el Impuesto sobre Sociedades y el IVA. Si usted quiere que se cree empleo lo que tiene que hacer es disminuir el coste de contratación a través de una reducción de la contribución de las empresas a la Seguridad Social, ahí es donde debe incidir, y no en dar limosnas por contratar. Se equivoca usted en crear empleo artificial, que es lo que hizo el socialismo con el Plan E de Zapatero. Vuelve usted a caer en ese error que es un parche y que lo único que genera es más déficit. Sé que sus compañeros de fila le presionan, pero tenga usted un poco de autoridad y apueste por medidas de verdad para sacar a los ciudadanos del paro.
(Aplausos del GPP)

Dice usted que la tasa de paro alcanzará este año el 28%, y yo le digo, si aplica el plan económico que nos ha presentado hoy, el año que viene habremos superado el 30%. Por lo tanto, no cierre usted los ojos a la realidad y actúe en la buena dirección, que es la que ofrecemos desde el Partido Popular.

Como le dije al comienzo de mi intervención, tiene usted nuestro más profundo rechazo, pero podemos llegar a acuerdos puntuales en determinadas materias. En lo referente a las AAPP, como ya he mencionado, y también en lo referente a la libertad de horarios comerciales. En la Comunidad de Madrid es algo que ha permitido una mayor libertad económica y un incremento de la creación de empleo y creemos que sería una buena medida aplicarlo en toda España.

Para terminar, señorías, señor De la Torre, creo que sus esfuerzos son admirables, pero se equivoca usted en la dirección de las políticas a aplicar. Anuncia usted un apoyo a la liquidez del Estado, cuando la liquidez la tienen que tener las empresas y las familias. Y al mismo tiempo dice usted que las medidas son duras, y bien lo sabe usted, pero lo peor es que los que de verdad lo van a saber son los ciudadanos que las van a sufrir.
Si quiere usted hacer las políticas que este país necesita, el Partido Popular tiene sus puertas abiertas, pero si sus medidas van conscientemente destinadas a destruir la economía de familias y empresas, no cuente con nosotros. Manos tendidas todas las que quiera, pero sólo para trabajar en la buena dirección. Yo estoy dispuesto a trabajar en la buena dirección, ¿y usted? el tiempo y sus actos lo dirán.

Asimismo me gustaría que contestase a las preguntas que ha realizado mi compañero en su intervención. Muchas gracias, señorías.
(Ovación estruendosa del GPP que aplauden en pie a Héctor Fernández)

El Presidente y Portavoz del Grupo Parlamentario Comunista, en el estrado

Señor Presidente del Congreso de los Diputados, señorías, vendidos y vendidas al servicio del poder económico (firme mirada al Presidente del Gobierno de España), muchas gracias.

Intentaré ser breve y conciso. Primero de todo hablar de las palabras del Presidente no legítimo de nuestra nación, del señor De la Torre. Usted habla de rescatar, que es hora de rescatar España que si no lo hacemos ahora, vendrán los poderes financieros capitalistas de la Unión Europea y nos obligarán a entregar nuestra soberania. ¿Pero usted esta loco? Usted quién es para anunciar esto en ésta cámara, usted qué tipo de conversaciones ha tenido con la mafia europea (FMI, Comisión Europea etc) para decir esto. Le exijo, como diputado electo por el pueblo español, que me responda a esta pregunta. Porque lo que usted esta diciendo es muy grave. Y desde el Grupo Parlamentario Comunista y el PCPE no permitiremos la entrada de más mafia capitalista.

Sobre el PNRE, un plan no diseñado por usted ni por su Gobierno títere, sino que por los poderes económicos Europeos. Le voy a hacer una pregunta: ¿Usted se considera patriota? Quiero que piense bien esta respuesta, porque no aceptaré un sí como respuesta si afirma lo que ha dicho en su inicio de intervención. Quiero que diga delante de los españoles, quién le paga a usted, quién le paga su salario como Presidente. A quién usted representa, y a quién usted se debe. No ceda ante Europa, ante la Comisión Europea, el FMI o otras organizaciones criminales financieras. Sea consciente que el pueblo le puede agradecer su acción o puede condenar su acción y el pueblo esta harto, muy harto. El pueblo es libre de rebelarse, de organizarse para luchar por sus legítimos intereses. Tenlo en cuenta señor Presidente.

Para el Grupo Parlamentario Comunista que usted diga que el sector público es quien ha cometido los mayores excesos es decir que la culpa de la crisis es de los ciudadanos y de la clase obrera, que han sido ellos quienes han vivido por encima de sus posibilidades. Decir esto Señor De la Torre es insultante, cínico y de alguien con serias dificultades cognitivas.

Sobre las reformas de impuestos, mejor dicho, sobre el aumento de los impuestos para la clase obrera. Qué decir que usted será considerado como el Presidente de los Impuestos, el Presidente que más caro les saldrá a los españoles. Esconde que no sube el IRPF al tramo más bajo, pero les clava una subida de un 1%, que usted sabe que es una subida muy alta, dado que son productos de primera necesidad. Usted me explicará cómo van a sobrevivir las familias que no tienen ninguna persona trabajando o que dependen de las míseras pensiones de sus padres (abuelos). A partir de que usted ha sido investido como Presidente deberá responder ante esta gente, ante la clase obrera y explicarles a ellos cómo se hace para vivir con nada.

Habla usted del Plan Estatal para el Fomento del Empleo y lo que hace es fomentar la subvención a las empresas privadas, sí, privadas. Es muy triste que usted quiera acabar el desempleo mediante la subvención a las empresas privadas y no aprovechar la gestión pública o empresas públicas. Es muy penoso y dice mucho de sus conocimientos económicos. Si usted sube los impuestos esenciales, los que afectan al consumo, explíqueme a mi, cómo narices piensa crear empleo si esta asfixiando todas las empresas tanto públicas, recortando gasto público, como las privadas, subiendoles los impuestos. Reduciendo la carga al empleador tampoco va a solucionar nada, porque creará más desigualdad entre trabajador y explotador, digo... empresario.
Y por cierto, no olvide que el desempleo no es una carga, lo que es una carga para este país es su soberbia y su incapacidad de gestión como Presidente. La carga de éste país se llama capitalismo, Unión Europea. Pero no olvide que decir que el desempleo es una carga es decir que más de 5 millones de personas son un carga para éste país. En su idioma de burgués es normal que diga eso, pero luego no se queje si le insultan, si le critican, si le abuchean allá donde vaya, o intenten hacer actos criminales contra usted -Dios no lo quiera- (Brauchitsch mira al techo del Congreso de los Diputados, en referencia al cielo), porque le repito, la gente esta muy harta, muy harta de no tener nada y que ustedes encima tengan la moral de decir lo que dicen. Yo como representante legítimo de éste Pueblo, me dirigo a usted y a su Gobierno y les insto a retirar este plan, salir de la Unión Europea, salir del Euro, volver a nuestra querida moneda y empezar a recuperar la soberania ya perdida hace 31 años. Una vez haga lo que tenga que hacer, y que sepa que contará con el voto a favor del Grupo Parlamentario Comunista, y sobretodo, de la clase obrera.

Gracias.

Brauchitsch se dirige al Presidente De la Torre y le ofrece un libro titulado "Cómo sobrevivir con nada al mes" escrito por un miembro del PCPE y le dice que lo acepte y se lo lea.

Fabián de la Torre
Presidente del Gobierno

Gracias, señor Presidente. También gracias a todos ustedes por sus intervenciones. Ya que el señor Rodríguez Ocampo parece haber recobrado la calma, comenzaré por su intervención, durante la que he podido anotar un total de diecinueve calificativos a mi persona o mi forma de gobernar (“superioridad moral”, “demagogia simplona”, “palabrería barroca” y “populismo de salón” han sido los más elaborados).

El señor Rodríguez Ocampo, como he comentado antes desde mi escaño, ha dedicado un tercio de su intervención a hacer un diagnóstico –perfectamente compartido por muchos, yo entre ellos– de lo sucedido en España durante los últimos años. Un recorrido ciertamente autocomplaciente. Tiene que reconocerme, señor Presidente, a mi y a todos los ciudadanos, que si usted hubiera dejado el país con «resultados claros, más empleo, más consumo, más inversión y más estabilidad macroeconómica» yo hoy no estaría aquí. Semejante escenario de recuperación no se estropea en cuatro meses, señor Rodríguez Ocampo, por mucho que nadie haga nada –como de hecho así ha sido–. Las finanzas del Estado no tardan cuatro meses en hundirse si el consumo y la estabilidad son tan ingentes como usted los veía en noviembre de 2015. De modo que llamemos a las cosas por su nombre: si usted puso en marcha una recuperación, cosa que yo no niego, esta era tan sumamente débil que fue una irresponsabilidad monumental abandonarla.

Y digo abandonarla, Señoría, porque ha olvidado mencionar que después de sacar a España del abismo usted convocó elecciones generales, usted las ganó y usted estafó el espíritu constitucional no presentándose a la investidura. Y su partido sacó adelante una candidatura cuyo primer acto de Gobierno fue cesar por moción de censura. Esa es la responsabilidad que tiene su partido, señor Rodríguez Ocampo, y eso es lo que debe entender antes de hacer diagnósticos mesiánicos desde esta tribuna. Porque ¿con qué derecho se erige en salvador de la patria cuando hace cuatro meses salió huyendo? Yo no tengo superioridad moral alguna, señor Presidente, pero usted tampoco anda sobrado de ella.

Bien, superados pues los calificativos y la Benigna Crónica, queda el último tercio, en el que ataca usted sin tregua las medidas aquí presentadas. No se confunda, no se lo reprocho. Han decidido adoptar un rol de Oposición y eso debe respetarse en cualquier sistema parlamentario. Ahora bien, una Oposición es responsable. Y su discurso no lo ha sido.

La búsqueda de una mejor Administración Pública se realiza reduciendo organismos y entes autónomos. Las Comunidades han creado toda una tupida red de entidades financiadas con dinero público que despilfarran el dinero de los contribuyentes en políticas duplicadas, en el mejor de los casos, habitualmente duplicadas o solapadas con otras. Unas Comunidades Autónomas, Señorías, que hablemos claro, se han convertido en lo que son por la partitocracia que ha gobernado este país. Se han convertido en una maquinaria inmensa para dar empleo, pero no del que usted pide, señor Rodríguez Ocampo, sino de otro: puestos de libre designación y de confianza. Eche un vistazo a cualquier relación de entes públicos de Comunidad Autónoma y verá lo que han hecho las políticas de partido y no de ciudadano.

En términos fiscales eso implica una reducción drástica del gasto. No hace falta tener diecisiete organismos de estudios estadísticos cuando el Estado posee uno de los mejores de Europa. No hace falta que existan diecisiete organismos encargados de la supervisión de las Universidades cuando existe un Ministerio, una Secretaría de Estado y una Agencia Nacional de la Evaluación y la Calificación. Y así hasta el infinito. Eso es mejorar el rendimiento de la Administración Pública. Lo que su partido jamás hizo pese a prometerlo y lo que el Partido Socialista hará ahora por obligación y por responsabilidad.

En esta línea, Señoría, va la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local para la transferencia de tributos, que usted ha calificado como «seria, incoherente y rayana en el insulto cívico» pero no me ha explicado qué tiene de malo, mientras yo digo que hace más eficaz la gestión de recursos y por tanto reduce los costes en burocracia y las pérdidas de tiempo, acaso más importantes.

Y ahora vamos al capítulo de los ingresos. Señoría, ¿conoce usted a alguien que tenga 800.000 millones que dejarnos con carácter inmediato? Si lo conoce le ruego que nos lo diga porque quizás este debate no tenga sentido. Yo no lo conozco, o mejor dicho, sólo conozco una opción, que se llama Comisión Europea. A mi no me gusta subir ingresos, señor Rodríguez Ocampo, pero es que usted me dice que la suspensión de pagos es una obviedad y que no saber por qué se lo repito. Y se lo repito, Señoría, porque de alguna manera tendremos que evitarlo. Porque el Estado tiene que pagar pensiones, tiene que hacer frente a gastos, tiene que asumir su responsabilidad con todos los ciudadanos y ¡no puede hacerlo, Señorías!

Lo que pretendo decirles creo que sin éxito desde la investidura, es que las arcas del Tesoro están vacías. ¡Vacías, señor Presidente, vacías! Y en este siglo un Estado no funciona si no tiene dineros en sus arcas. De modo que ¿cuál es entonces la alternativa? ¿Cómo se supone que tiene que actuar el Gobierno de este país, Señorías? ¿Qué quiere que hagamos, dejar caer al Estado? ¿Quieren que España anuncie la suspensión de pagos y lo siguiente sea el CAOS?

(El Presidente del Gobierno hace una pausa tras la escalada de su discurso y el Hemiciclo permanece en silencio durante varios segundos)

Señoras y señores Diputados, abstrayéndome de la réplica al señor Ocampo, hay que comprender que la situación no es similar a ninguna otra que hayamos vivido antes. Si no es este Gobierno el que le haga será otro, cualquier otro, el que regrese aquí y les diga lo mismo. Si estuviéramos en otra responsabilidad les diría aquello de ‘vengan ustedes y véanlo por si mismos’. Si España no ingresa fondos ya, esto se acabó.

Yo soy, y ya lo he dicho, el primer contrario a una subida de impuestos como la que he anunciado. Pero no hay otra alternativa. Y a los hechos me remito: mucha crítica pero ninguna solución. La única voz que ha sonado aquí hoy con un plan de ingresos ha sido la mía.

Señor Fernández, lo primero que debo decirle es que si son ustedes dos grupos parlamentarios deberían comunicarlo. Pero en fin, le agradecería que unificaran discursos porque es complicado hablar con dos Oposiciones distintas.

Bien, comienza usted reprochándome que no haya hablado de combatir la corrupción, agilizar procesos judiciales o reducir aforados. No es por nada, señor Fernández, pero está hablando a la persona más indicada para contarle los problemas de la Justicia. Sin embargo todo eso está muy bien y todos estamos de acuerdo, pero no es lo que nosotros debatimos hoy. Eso sí: de la crisis social y política que vive España deberían responder, básicamente, ustedes mismos.

Pasando al bloque de las verdades absolutas –«usted no es lo que España necesita», «las nuestras son las únicas medidas que pueden salvar a España»–, le repito lo mismo que ya le he dicho al señor Rodríguez Ocampo: ¿dónde estaban? ¿No se han enterado que había que tomar medidas hasta ahora?

Afirma que no hay que rescatar a España. De nuevo le repito: ¿qué sugiere? ¿Dejarla caer? Y ya la levantarán ustedes, ¿no? Doctrina Montoro. Afirma que yo no soy ustedes. Ciertamente, no lo soy. Pero no puede bajo ningún concepto tergiversar la verdad. Yo soy Presidente porque lo ha dicho esta Cámara, señor Fernández, y dejaré de serlo cuando esta Cámara lo diga. Le agradezco que me parafrasee pero la realidad es ésta. Si usted cree que la soberanía nacional ha sido sustraída, su deber es ponerla en funcionamiento: presente la segunda moción de censura de la Legislatura y acabemos con este debate estéril de legitimidades.

Señoría, le repito una vez más, ya sé que a ustedes no les gusta la subida de impuestos pero no han podido articular –y mire que ni usted ni el señor Ocampo se han comedido en el uso de la palabra– una propuesta alternativa para paliar los problemas de liquidez del Estado en su conjunto. No me extenderé más en este tema.

Clama usted al cielo –nunca mejor dicho– afirmando que ataco a la Iglesia. Mire, Señoría, sin ánimo de entrar en lo personal como su colega de Grupo, yo soy católico. Estoy confirmado y educo a mis hijos en un Colegio religioso porque es la opción que deseo para ellos y porque estoy orgulloso de la educación que yo recibí. Por tanto, que me diga que soy anticlerical y anticatólico me hace preguntarme si se cree usted que esto es la Segunda República y aquí hablamos de quemar iglesias.

Señor Fernández, Italia, que es el país de Europa más influenciado por la Iglesia Católica, adoptó medidas similares a las que yo he anunciado en 2011 sin rechiste social alguno. Estamos en el siglo XXI y en un Estado que proclama su aconfesionalidad. Lo que he propuesto es una revisión de unos acuerdos que datan de hace demasiado tiempo y que se firmaron en unas circunstancias diferentes a las de hoy. Lo siento, pero rechazo su discurso integrista y creo que no hace ningún favor a sus ideales, que posiblemente compartamos.

Y lo mismo puedo decirle con respecto a la Guaria Civil, institución noble y con un profundo arraigo en España que puede perfectamente asumir las funciones de la Policía Nacional en un único cuerpo de seguridad. Y que diga que el mío es un discurso antimilitarista y lo califique de socialista e izquierdista me hace plantearme, señor Fernández, si vive usted en este siglo o en el XIX.

Entrando en la reforma de la Administración, recojo gustoso su guante sobre el Senado: yo también creo firmemente que ha llegado el momento de plantearnos su futuro y sin duda ese debate tendrá lugar. En lo demás me vuelvo a lo que le decía al señor Ocampo, para evitar repetirme. Gracias señor Fernández por expresar verbalmente su oferta de acuerdos y de diálogo. Ahora toca llevarla a la práctica.

Señorías, señor Brauchitsch, cierro con usted esta réplica. Decirle que rechazo sus pensamientos totalitaristas y fundamentalistas que no tienen ya cabida en la realidad nacional. Vive usted en una cómoda utopía si cree de verdad que podemos dar la espalda a Europa sin más. Acusa no sin faltar el respeto a este Presidente y a esta Cámara de vender España al extranjero pero de su discurso se deduce que no tiene usted la menor idea de cómo solucionar los problemas reales que tenemos. Cuando la tenga, señoría, dejemos de intercambiar libros y empecemos a hablar en serio.

Y por cierto, el desempleo es una carga. 5 millones de desempleados son cinco millones de personas que nos exigen una solución. Si quiere hacer juegos de palabras con ellos mientras incita a que alguien “haga actos criminales” contra mí, hágalo. Mi trabajo es darles esa solución.

Muchas gracias, señor Presidente, señoras y señores Diputados.